Es uno de los glaciares más grandes de la Antártida, y los nuevos datos descubiertos sobre él llevan a pensar que podría aumentar el nivel del mar por encima de ese metro que se espera que crezca el océano antes de fin de siglo (desde el siglo XX, ese nivel ha aumentado ya en unos veinte centímetros). Ha sido el equipo del glaciólogo Ben Galton-Fenzi el que ha explicado que parte de este glaciar, bautizado como Totten y que se extiende más allá de medio millón de kilómetros cuadrados, está flotando en un océano que se está calentando. Hasta ahora, los científicos pensaban que se fijaba en el lecho rocoso de la Antártida.

Un derretimiento irreversible

El problema es que Totten contiene suficiente hielo para elevar los niveles del mar en unos tres metros si se derrite por completo, y, según una reciente investigación publicada en Nature Climate Change, el derretimiento de los glaciares de montaña ya no se podrá evitar este siglo, incluso si se redujeran al máximo las emisiones.
El equipo investigador cree incluso que esta superficie del glaciar flotando en un océano que se está calentando podría explicar los períodos recientes de derretimiento y flujo acelerados.
Para lograr el hallazgo, se una onda sísmica generada por un martillo, y determinado así la estructura de la tierra debajo de la superficie del glaciar. El glaciar Totten se adentra 120 kilómetros en el mar, desagua unos 538.000 kilómetros cuadrados de la Antártida Oriental y de él se desprenden unos 70.000 millones de toneladas de hielo cada año.