Lo llevó a cabo un cirujano sudafricano, Christian Barnard. Era la madrugada del 3 de diciembre de1967, y Barnard corrió el riesgo de transplantar el corazón de una joven que había muerto en un accidente de tráfico a Louis Washkansky, de 54 años, que sufría una insuficiencia cardiaca terminal asociada a la diabetes, que, pese al éxito de la operación, fallecería 18 días más tarde por una neumonía.Barnard gozó de prestigio inmediato, pero la operación no estuvo exenta de polémica. En primer lugar, porque se daba a un blanco el corazón de una negra en pleno apartheid. Además, al médico le llovieron críticas de quienes lo acusaban de intentar convertirse en un dios. Hasta la revista francesa Paris Match se sintió obligada a implicarse con un análisis de título: La batalla del corazón. ¿Tienen los cirujanos este derecho? "Nunca habríamos imaginado que este logro fuera a generar tanta indignación", relató a la AFP Dene Friedmann, "el profesor Barnard recibió cartas muy duras que lo calificaban de 'carnicero".
Leequid