"Una dieta rica en frutos secos durante el primer trimestre de embarazo se asocia con mejor desarrollo neuropsicológico de los niños y niñas a largo plazo", Instituto de Salud Global de Barcelona

El Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por ”la Caixa”, ha desarrollado  una investigación sobre los efectos beneficiosos de la ingesta de frutos secos durante el embarazo en el desarrollo neuropsicológico del feto. La investigación concluye que los frutos secos ayudan a reducir el riesgo de diabetes, estrés oxidativo y de hipertensión. Además, podrían tener un efecto protector contra el declive cognitivo en edades avanzadas.

 El estudio ha sido publicado en European Journal of Epidemiology y en él han participado más de 2.200 parejas madre e hijo de Asturias, Guipúzcoa, Sabadell y Valencia, a través del Proyecto INMA.

“Este es el primer estudio que se ocupa de los posibles beneficios de la ingesta de frutos secos durante el embarazo sobre el neurodesarrollo a largo plazo. Puesto que el cerebro experimenta una serie de procesos complejos durante la fase de gestación, la nutrición materna es un factor determinante para un neurodesarrollo adecuado del feto con efectos a largo plazo”, explica Florence Gignac, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.

Todas las informaciones han sido extraídas de cuestionarios sobre hábitos alimenticios de la ingesta de frutos secos que las madres respondieron en el primer y último trimestre del embarazo.

“Los frutos que hemos tenido en cuenta son nueces, almendras, cacahuetes, piñones y avellanas. Pensamos que los efectos beneficiosos hallados podrían deberse a su alto contenido en ácido fólico y, sobre todo, en ácidos grasos esenciales", añade Florence Gignac

Los estudios realizados

El desarrollo neuropsicológico de los niños y las niñas se evaluó a través de numerosos tests, que fueron validados internacionalmente, y además se han realizado en diversas etapas del crecimiento de los niños: al año y medio, 5 años y 8 años.

Los resultados obtenidos mostraron que los niños y niñas que pertenecían al grupo con mayor ingesta de frutos secos obtuvieron mejores resultados en las pruebas realizadas para medir sus funciones cognitivas, capacidad de atención y memoria de trabajo.

La media semanal de consumo de frutos secos declarada por este grupo fue de algo menos de tres raciones de 30 gramos cada una, una cantidad ligeramente inferior a la recomendada por la Guía de la alimentación saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), que es de entre tres y siete raciones por semana. “Esto nos hace pensar que si se adecuase el consumo medio a las recomendaciones los beneficios podrían ser mucho más amplios”, afirma Florence Gignac.

La investigación también analizó la ingesta de frutos secos durante el tercer trimestre del embarazo, aunque en este caso no se observaron asociaciones con el desarrollo neuropsicológico o las asociaciones halladas fueron más débiles.

“Aunque nuestro estudio no permite explicar las causas de esta diferencia entre el primer y el tercer trimestre, se especula con la idea de que el ritmo de desarrollo no es igual a lo largo de toda la gestación”, detalla Jordi Júlvez, investigador de ISGlobal y último autor del estudio.

 “En cualquier caso, se trata de un primer estudio sobre el tema, por lo que conviene tomar los resultados con cautela y tratar de reproducirlos en el futuro mediante más estudios de cohorte y ensayos controlados aleatorizados”, subraya este investigador.