“En Andalucía hay mucho rebujito, mucha cervecita, muchas gambitas, mucha playita...". Estas palabras pronunciadas por Jorge Vestrynge en las que pretendía exonerar a Isabel García Tejerina tras sus polémicas declaraciones. Vestrynge pedía más sentido del humor a los andaluces, pero se llevó el reproche de Antonio García Ferreras y de la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez. Pero si alguien se ha cebado con Vestrynge, ese ha sido Alfonso Ussía.

“Nació en la confusión. De origen belga flamenco, nazi de reconocida convicción”. Así arranca el columnista su artículo publicado en el diario La Razón, en el cual, afirma que el militante morado se mueve “como buen capitalista inmobiliario, por los entornos de Podemos”. Ussía considera que “el totalitarismo, la dictadura y la tiranía del pensamiento único une al nazi con el comunista, y más aún desde que el comunismo ha dejado de ser obrero para acercarse al capitalismo vergonzante”.

A pesar de la dureza de sus palabras, este no es sino un descafeinado preámbulo. Ussía llama “trío de gansos” a Alberto Garzón, Pablo Iglesias y Jorge Vestrynge para, después, iniciar la terna de descalificaciones para este último.

Vestrynge pedía más sentido del humor a los andaluces, y Ussía le reprocha que el militante morado “no tiene obligación de entender, comprender, amar y admirar a los andaluces. Carece genéticamente de sensibilidad para ellos. Tiene el mismo sentido del humor que una almeja”.

Eso sí, el columnista matiza que si le parece “excesivamente duro” el símil, “cambio sentido el sentido del humor de la almeja por el del camaleón de Lanzarote, que es un camaleón de muy escasa inclinación hacia el talento. Se adormece al sol con entrega absoluta, pero gracia, lo que se dice gracia y arte, lo desconoce”.

La almeja no es el único ser de los mares con el que Ussía compara a Vestrynge: “Tengo para mí que Vestrynge no es un provocador malintencionado, sino un bacalao que lo primero que vio en su entorno fue una caravana de dromedarios. Así es muy complicado estructurar una mente”.