El turismo de masas, fenómeno global que transforma paisajes urbanos y economías locales, está generando un creciente rechazo en distintas ciudades europeas. En un reciente artículo publicado por ‘The Guardian’, la periodista Leah Pattem —residente en Madrid desde hace más de una década— ha advertido sobre los efectos negativos que esta forma de turismo está teniendo en barrios tradicionales de la capital y las medidas que está acometiendo el Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso al respecto.

En el artículo, Pattem ha expresado que "a medida que aumentan las protestas contra el turismo en Europa necesitamos repensarlo", pero ha reiterado que "eso no es motivo para dejar de viajar".

La autora ha observado de cerca la evolución de esta ciudad y sobre todo de Lavapiés, barrio donde reside. Por ello, ha denunciado cómo el turismo masivo ha alterado radicalmente la vida cotidiana del vecindario: “Cuando me mudé aquí hace 12 años, la zona era un paraíso de bares y restaurantes tradicionales y tiendas independientes”, ha apuntado.

“Hoy, muchos de esos restaurantes, que antes ofrecían un menú del día completo por 8 € (6,80 £), han duplicado sus precios. Un hotel Ibis de reciente construcción, con un panel de precios digital que se asemeja al de una gasolinera, anuncia ahora tarifas nocturnas que fluctúan entre 150 € y 250 €", ha expresado la periodista, quien ha aseverado que este tipo de turismo "daña el medio ambiente y crea empleos mal pagados e inestables, al tiempo que concentra las ganancias en manos de unos pocos" . 

Los negocios locales han sido sustituidos por alojamientos turísticos en planta baja, donde los transeúntes pueden ver directamente las habitaciones cápsula desde la calle”, ha señalado en su artículo, lo que evidencia una transformación urbanística que prioriza al visitante sobre el residente.

Los pisos turísticos, una problemática preocupante

Según ha sentenciado el diario británico, uno de los factores más preocupantes es la proliferación de pisos turísticos en plataformas como Airbnb. Pattern ha apuntado que los pisos tradicionales de la zona de Lavapiés “están anunciados en Airbnb a precios que rivalizan con los de los barrios más ricos de la ciudad". "Pero los turistas no eligen estos lugares con mala intención: las plataformas de alquiler a corto plazo ofrecen opciones más económicas y flexibles para grupos, especialmente en un mercado donde una habitación de hotel básica puede costar fácilmente 100 € o más por noche", ha explicado la autora. 

Pattem ha recordado que esta tendencia tiene efectos devastadores en la disponibilidad de vivienda para los residentes. “No se trata solo de que los turistas sustituyan a la población local; se trata de un fracaso político y un desequilibrio económico”. A su vez, ha avisado de que "en Madrid, la comida decente suele ser relativamente asequible, pero no ocurre lo mismo con el alojamiento".

Tras esto, y en clave nacional, ha declarado que "el Gobierno de coalición de izquierdas de España ha intentado regular los alquileres y se ha comprometido a construir más viviendas", pero lamenta que esos planes, "junto con la resistencia de los gobiernos regionales, no abordan el impacto inmediato que los alquileres turísticos tienen en la disponibilidad de viviendas asequibles", ha añadido en clara alusión a las medidas acometidas por el Ejecutivo de Ayuso. 

Así las cosas, en el caso de Madrid, la periodista hace mención al PP de Ayuso, el cual "se ha negado a declarar zonas de alta tensión para permitir que los ayuntamientos limiten las subidas de los alquileres, tal como prevé la nueva legislación nacional", ha manifestado.

Asimismo, ha recalcado en que "los viajeros también tienen un papel importante que desempeñar: eligiendo alojamientos diseñados para turistas siempre que sea posible; informándose sobre las presiones de alojamiento en los lugares que visitan; o ejerciendo un buen criterio sobre dónde y cuándo viajar".

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