Uno de los rostros más reconocidos de Hollywood, Scarlett Johansson, se encuentra en Madrid, presentando su última película, ‘Fly me to the moon’, que protagoniza junto a Chaning Tatum y dirigida por Greg Berlanti.
Aprovechando su presencia en la capital, la actriz ha concedido dos entrevistas a la Cadena Ser y al diario El Mundo en las que no se ha mordido a la hora de hablar de la política en su país, en Estados Unidos, en unos momentos en los que no goza de demasiada salud y a pocos meses de unas elecciones presidenciales que podrían suponer el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca.
La estrella ejerce en la película de una joven publicista que es contratada por el hombre fuerte de Richard Nixon para promocionar el viaje a la luna.Preguntada sobre si sería comparable a trabajar con Nixon a trabajar con Trump, Scarlett Johansson ha asegurado que “Trump es como una persona aparte, es un político aparte en el sentido de que es un poco psicópata. Es verdad y es una verdad aterradora. Es una persona que tiene un trastorno límite de la personalidad”, ha dicho sin cortarse un solo pelo, para después rematar: “Es otra marca distinta de político, podemos decirlo así”.
Siguiendo el hilo conductor de Donald Trump, la actriz fue preguntada por las teorías de la conspiración que aparecen en la película y de las que Trump ha hecho bandera en ocasiones. Ante ello, la actriz ha asegurado que las teorías conspiratorias pueden ser “muy peligrosas”. “Yo creo que es nuestra responsabilidad como sociedad, decidir cuál es peligrosa y habrá que vigilar, o cuál podríamos tomarnos de una manera más banal y divertida”.
La actriz también deja recados para los demócratas
En la otra entrevista de ‘El Mundo, Johansson se refiere también de forma dura al Partido Demócrata, al que ha apoyado en varias ocasiones. Preguntada sobre la posibilidad de que la actual vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, sustituya a Joe Biden como candidato a la carrera presidencial, tal y como propuso su compañero de profesión, George Clooney. Una pregunta que respondió, al igual que en la otra entrevista cuando tuvo que hablar de Trump, sin pelos en la lengua. “El problema no es con el presidente sino con el Partido Demócrata”, ha comenzado diciendo para luego argumentar: “Y lo vimos claramente en la elección de Hillary Clinton”. “Creo que los demócratas no son realistas cuando especulan sobre la posibilidad de encontrar a alguien que no sea Biden para derrotar a un fascista. He hablado con muchos amigos registrados como demócratas en los últimos meses, unos apoyan a Biden y otros están convencidos de que este gobernador o este otro alcalde podrían ser buenos candidatos”, decía abiertamente sin mojarse demasiado en si Biden debería continuar en la carrera contra Trump.
“No creo que exista una conciencia colectiva cuando se trata de política. La situación es tan grave que la posibilidad de plantear divisiones dentro del partido me resulta realmente aterradora”, decía la actriz mostrándose totalmente pesimista sobre el panorama político actual en Estados Unidos.