Tenía 10 años cuando vio por primera, y única vez, a Francisco Franco. En plena cuenta atrás para la exhumación de los restos del dictador, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha rememorado en el programa Liarla Pardo de La Sexta aquel día.

"En 1953 vino a Santander y nos bajaron de los pueblos en camiones. El viaje duraba como ocho horas y nos llevaban en un camión de vacas a unas 40 personas", ha contado. 

Revilla ha confesado que aquel viaje fue toda "una experiencia", pero no por Franco, sino porque descubrió "el plátano por primera vez": "Más que la cantidad de coches que había o ver a Franco, lo que más me llamó la atención fue ver un racimo de plátanos por primera vez, compararme uno y comerle", ha explicado. 

El presidente cántabro ha reiterado que está a favor de la exhumación pero ha precisado que hubiese preferido que fuese de otra manera. "Tantos medios de comunicación y tanta falta de noticias, hacen esto. Se tendría que haber hecho con tiempo, sin más. Un dictador no puede tener un monumento de exaltación", ha insistido. 

"Sin morbo, sin facilitar que los otros se rearmen y armen su follón. Y el que no esté de acuerdo que lo recurra. Ya han recurrido a todo bicho viviente, y han dicho que se saca", ha subrayado.