Emma Raducanu y Carlos Alcaraz han vuelto a convertirse en protagonistas, no solo por su estreno como pareja en los dobles mixtos del US Open, sino también por el simpático cruce de mensajes que compartieron en redes sociales tras su breve participación en el torneo. Aunque su aventura en pista fue efímera, eliminados en primera ronda por Jessica Pegula y Jack Draper, lo que más llamó la atención de los aficionados no fue la derrota, sino la química evidente entre ambos y la complicidad que proyectaron tanto dentro como fuera de la cancha.
Raducanu fue la primera en romper el hielo tras el partido. La británica publicó en Instagram varias fotografías del debut junto al tenista murciano, acompañadas de un mensaje breve pero contundente: “De locos!! Gracias partner”. La elección del español para dirigirse a Alcaraz no pasó desapercibida entre sus seguidores, quienes rápidamente llenaron la publicación de comentarios especulando sobre la cercanía entre ambos. El murciano no tardó en responder con humor y en tono cómplice: “Todavía estoy esperando por esas palabras en español. ¡Gracias a ti, compañera!”.
No es la primera vez que el público fantasea con la posibilidad de que exista algo más que amistad entre Raducanu y Alcaraz. Desde que se confirmó su participación conjunta en el nuevo formato de dobles mixtos del US Open, los rumores han acompañado cada paso de la pareja. Sin embargo, tanto él como ella han insistido en varias ocasiones en que los une únicamente una relación de amistad y admiración mutua. De hecho, durante Wimbledon, Raducanu fue tajante al ser preguntada sobre el asunto y aseguró, entre risas, que “solo son amigos”. Alcaraz, por su parte, siempre se ha mostrado natural al hablar de su compañera, llegando incluso a bromear antes del torneo que ella sería “la jefa” de la dupla tras aceptar su propuesta para jugar juntos.
La conexión entre ambos se remonta a 2021, cuando coincidieron por primera vez en Wimbledon. Desde entonces han mantenido un contacto cordial que ha derivado en colaboraciones tanto dentro como fuera de las pistas. Además de compartir cancha en este US Open, los dos jóvenes han sido imagen de campañas publicitarias conjuntas, lo que no ha hecho más que alimentar el interés mediático y la curiosidad del público. Su debut en el torneo neoyorquino, aunque breve, fue seguido con expectación por miles de aficionados que querían ver cómo se desenvolvía la prometida pareja “bomba” del campeonato.
El partido contra Draper y Pegula fue relativamente corto y sin opciones reales de victoria, con un marcador de 4-2 y 4-2 en sets rápidos. Sin embargo, Raducanu y Alcaraz lograron ganarse al público con gestos de complicidad, sonrisas y un juego que, pese a la falta de rodaje, transmitió frescura y entretenimiento. Esa misma naturalidad quedó reflejada después en el cruce de mensajes, que sirvió para reforzar la imagen de cercanía entre los dos jóvenes talentos.
Lo cierto es que tanto Raducanu como Alcaraz llegan a este momento con trayectorias muy distintas pero igualmente intensas. Mientras el español se ha consolidado como una de las grandes estrellas del tenis mundial y como heredero natural del legado de Rafael Nadal, la británica continúa buscando la regularidad que la llevó a conquistar el US Open en 2021, cuando sorprendió al mundo con una victoria histórica a los 18 años. Esa diferencia de caminos, lejos de separarlos, parece haber fortalecido la empatía entre ambos, que se apoyan mutuamente en medio de la presión mediática que acompaña a figuras tan jóvenes y expuestas.