Todo proviene de una fotografía idílica. El remanso de paz de un hombre sentado en una silla frente al mar, remojando los pies y disfrutando de un atardecer que dejaba paso a una luna imponente con la que poner la guinda a una instantánea viral.

Pero es que, además de la estampa, envidiable para cualquier de los mortales, esta fotografía se ha convertido en una de las historias preferidas del verano en redes sociales, acumulando 5.000 retuits y unos 26.000 me gusta.

Ha sido el periodista Santi Souviron, autor de la fotografía, quien ha desvelado a través de su canal personal de Twitter qué esconde la imagen del verano: “Primero hice la foto, me llamó la atención verle en la orilla mirando al mar. Fui hasta él por pura curiosidad. Al acercarme, lloraba sin parar. Es malagueño, emigró por necesidad y 34 años después ha vuelto a sentarse donde jugaba de niño. Me ha regalado el momento del verano”.

En declaraciones a El Español, "no tenía pensado el tuit. Al llegar a casa revisé el móvil, vi la foto y me emocioné al recordar lo que me contó. Una mezcla de tristeza y alegría. Lo publiqué dando un par de pinceladas, sin poner la historia completa porque prefiero que quede entre él y yo. No quise desnudar su intimidad".

"Saqué la fotografía y, cuando me iba, me di cuenta de que estaba llorando, así que me acerqué para preguntarle si necesitaba algo. Me dijo que estaba estupendamente y entonces me contó que había tenido que irse al norte de España por motivos laborales. Al emigrar, conoció a una chica con la que se casó y de la que enviudó. Su hija, que vive en el extranjero, se lo llevó entonces a vivir con él, todavía más lejos de aquí", prosigue.