La posibilidad de un Gobierno formado por el Partido Popular y Vox no solo centra el debate político, sino que también ha reactivado las voces críticas del mundo de la cultura. Una de las más claras ha sido la del actor Alberto San Juan, que en una reciente entrevista en El País ha reflexionado sin rodeos sobre ese escenario y sobre las consecuencias que, a su juicio, tendría para la calidad democrática en España. Lejos de discursos grandilocuentes o de amenazas de retirada, el intérprete apuesta por permanecer, resistir y reforzar los vínculos sociales frente al avance de proyectos que considera autoritarios.

Preguntado directamente por qué haría si PP y Vox llegan a La Moncloa, San Juan responde con una mezcla de serenidad y firmeza: “Seguir viviendo, ¿qué voy a hacer?”. El actor desmonta así el relato que suele acompañar a este tipo de preguntas, según el cual los artistas críticos estarían dispuestos a abandonar el país si no gobierna su opción política. “Amo a España. No es coña”, afirma, reivindicando un patriotismo alejado de banderas y consignas, pero profundamente ligado a la experiencia vital.

Para San Juan, España no es una abstracción ni un concepto ideológico, sino el lugar donde ha crecido y donde se encuentran sus recuerdos, sus afectos y sus amores. Por eso descarta de plano cualquier idea de exilio. “¿Por qué me voy a ir?”, se pregunta, subrayando que su compromiso con el país no depende de quién ocupe el poder, sino de una pertenencia emocional y social que va mucho más allá de los ciclos electorales.

Sin embargo, el actor no oculta su preocupación por el momento político actual. Se define como “alerta” ante lo que percibe como un retroceso acelerado de los estándares democráticos. A su juicio, la humanidad nunca ha vivido una democracia plenamente desarrollada y la experiencia parcial que se ha construido en las últimas décadas corre ahora el riesgo de ser desplazada por “un proyecto autoritario” que avanza con rapidez. Un diagnóstico que enlaza directamente con el auge de la extrema derecha y su capacidad para condicionar la agenda del Partido Popular.

Lejos de la resignación, San Juan insiste en que no está cansado, sino inquieto y vigilante. Frente a un posible Ejecutivo de PP y Vox, no plantea ni el silencio ni la retirada del espacio público. Su propuesta es clara: fortalecer la comunidad como única vía de supervivencia democrática. “La única posibilidad es cuidarnos los unos a los otros”, resume, apelando a una respuesta colectiva frente a un escenario que considera amenazante.

Del ‘No a la guerra’ al compromiso actual

Las palabras de San Juan no surgen de la nada. Su trayectoria está marcada por uno de los episodios más simbólicos del activismo cultural en España: el histórico ‘No a la guerra’ de los Premios Goya de 2003. Aquel año, el actor presentó la gala junto a Willy Toledo y ambos se colocaron camisetas contra la invasión de Irak impulsada por el Gobierno de José María Aznar.

Veintidós años después, San Juan recuerda aquella imagen como una “celebración democrática popular” y como un ejemplo de cómo la cultura puede interpelar al poder. Un gesto que, visto desde el presente, conecta directamente con su advertencia actual ante la posibilidad de un Gobierno de PP y Vox.

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