Kim Kardashian, junto a sus hermanas y su madre, Kris Jenner, vuelve a situarse en el centro de atención cada Navidad por sus regalos desmedidos, y este año no ha sido distinto. En los últimos días, las integrantes de la mediática familia han compartido en stories sus últimas compras, mostrando desde piezas de joyería hasta exclusivos bolsos de lujo.
Aun así, lo que realmente ha desatado la polémica han sido los cuatro cachorros que Kim regaló a sus hijos. La empresaria publicó en Instagram varias stories en las que aparecían cuatro perros de raza pomerania destinados a North, Saint, Chicago y Psalm.
La reacción no tardó en llegar. En declaraciones al tabloide británico Daily Mail, Ingrid Newkirk, fundadora de PETA, criticó duramente el gesto recordando que “los cachorros no son peluches” y reprochó a Kardashian no haber aprovechado su enorme visibilidad para lanzar un mensaje a favor de la adopción y contra el abandono animal.
“Es una pena que Kim haya perdido la oportunidad de ejercer de portavoz de cachorros en adopción en refugios y, en su lugar, está siendo criticada con razón en redes sociales”, afirmó Newkirk. “Ignorar la crisis de animales sin hogar es insensible”, añadió.
La activista fue más allá y sugirió que la empresaria podría enmendar su error llevando a sus cuatro hijos a un refugio cercano, para que conozcan la realidad de muchos animales que, tras ser regalados en fechas señaladas como Navidad o cumpleaños, acaban siendo abandonados y acogidos en estos centros.
Newkirk también señaló a Khloé Kardashian, otra de las hermanas, por haber regalado igualmente un cachorro a sus hijos en Navidad, un labrador negro, algo que ella misma celebró en stories asegurando que siempre habían deseado tener un perro de esa raza.
La lista de Kayne
Además de la controversia por los cachorros que Kim Kardashian regaló a sus hijos esta Navidad, otra historia llamó la atención relacionada con su exmarido, Kanye West. El rapero publicó una lista de deseos navideños que muchos calificaron como extraña y extravagante, especialmente si se comparaba con las críticas que recibía Kim por sus regalos lujosos.
En su lista, West incluyó metas como escalar el monte Kilimanjaro, comprar una casa en Jamaica y aprender pole dance, entre otros planes poco convencionales para la época festiva. La mayoría de estos objetivos no se habían cumplido aún, aunque algunos, como visitar monumentos famosos, sí habían sido realizados en años anteriores.
Mientras las redes sociales debatían sobre los cachorros de Kim, muchos comentaron sobre la lista disparatada de Kanye, comparándola con la imagen materialista de los regalos de Kardashian. Algunos señalaron que los deseos de West, aunque también extravagantes, se presentaban como retos personales y no como regalos ostentosos.
Al final, aunque la lista de Kanye se considera excéntrica, generó interés y conversación en internet sobre las prioridades y el significado de los regalos navideños, mientras que los perros de Kim enfrentaban su propia polémica.