Lara Álvarez habla sobre su salida de Mediaset: "La mayor dificultad fue perderme a mí en el camino"

Está a punto de cumplirse dos años de la salida de Lara Álvarez de Mediaset. La presentadora puso fin a su etapa en Mediaset después de más de diez años vinculada al grupo audiovisual. Su salida sorprendió especialmente porque la presentadora asturiana era uno de los rostros más queridos de Telecinco, en gran parte gracias a su papel al frente de Supervivientes. Hasta ahora no ha querido profundizar en las razones detrás de su marcha, pero por primera vez, se ha sincerado.

La periodista se ha sincerado en el podcast A solas con…, presentado por Vicky Martín Berrocal, donde ha hablado abiertamente del proceso personal que la llevó a abandonar la cadena.

Actualmente, asegura encontrarse en un momento vital marcado por “la libertad de poder elegir lo que vibra conmigo y lo que no”. Un cambio de mentalidad que contrasta con cómo vivía antes ese tipo de decisiones: “Antes era culpa, mal, qué desagradecida, fustigarme. Ahora es como… ¿yo por qué no? ¿Miedo a qué? Antes era no sé qué va a pasar si dejo esto, me quedo sin trabajo…”.

Factores detrás de la decisión

En ese proceso de cambio, la estabilidad económica fue fundamental. Lara Álvarez admite que su situación financiera le permitió afrontar el cambio con mayor tranquilidad: “Una parte fundamental que no todo el mundo tiene, es la solvencia económica. Además de la experiencia, Mediaset me ha posicionado económicamente. No he sido muy loca con el dinero. Lo he sabido invertir bien, he sido prudente. No necesito mucho para ser feliz. La solvencia económica ayuda mucho. No tengo hijos, no tengo una familia que dependa de mí, no tengo una responsabilidad más allá de mi vida, que ya es responsabilidad. Pero no todo el mundo tiene eso a favor”, ha explicado con honestidad.

Sin embargo, aclara que su decisión no estuvo motivada únicamente por el aspecto económico. Lo que terminó inclinando la balanza fue la sensación de haberse desconectado de lo que estaba haciendo profesionalmente. “Ha sido una decisión trascendental, pero no sé si yo he sabido explicar bien esto. Nunca me he sentado a hablar así en una entrevista donde pueda hablar. En un photocall sí, pero es muy rápido, es complicado dejar algo de claridad en lo que dices”.

Ha querido insistir en que su salida no debe interpretarse únicamente como el abandono de una empresa concreta, sino como una respuesta a su momento personal: “no es lo que representa la salida de Mediaset. Es lo que representa el momento vital de esa salida". Aun así, admite que el proceso fue emocionalmente muy complicado: “La sensación de no me muevo de aquí porque es donde yo me siento bien, pero escuchar el cuerpo. Lo hacemos difícil y lo hacemos al revés. Siento que me tengo que ir, pero me voy a quedar. Esto no me deja dormir, pero si me voy soy desagradecida. Esto me está generando ansiedad, pero es porque no estoy centrada. Lo hacemos al revés."

Lara Álvarez además ha reflexionado sobre el peso de las expectativas externas y la autoexigencia: “no es fácil por lo que dices, por lo que te dicen, por lo que se espera, por lo que no encaja, por lo que pensará Fulanito que igual ni piensa en eso, por el pasado, por el futuro… Yo me hago el planteamiento de que he sido la mejor presentadora del mundo, pero qué mal me ha ido en muchas cosas, cuánto tenía que haber hecho caso más al corazón”.

Al echar la vista atrás sobre su etapa en Mediaset, identifica con claridad cuál fue la mayor dificultad: “la mayor dificultad fue perderme a mí en el camino. Para poder sobrellevar algo que no está vibrando contigo, o desconectas de ti o te vuelvas loca. Es aprender a vivir en piloto automático. Esa es una promesa que me hice hace tiempo, no me vuelvo a desconectar de mí”. Pese a todo, subraya que hubo una línea que nunca cruzó: “Hay algo que nunca he traicionado, que es la conexión con mis valores, ahí sí que no me he traicionado”.

Cuando Vicky Martín Berrocal le pide que concrete qué significa para ella haberse desconectado, la presentadora lo ilustra con situaciones muy concretas del día a día profesional: “cuando digo de mí es del ‘yo creo que esto no es así pero voy a confiar en la persona que sabe de televisión’. ‘Yo creo que no debes cambiar mi manera de decir esto, pero como eres el director…’. ‘Yo creo que por ponerme un vestido ancho o un flequillo que me tape la cara, estas intentando trasmitir algo que yo no quiero que es un físico, pero si es lo que necesitas en este momento…’”.

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