Doce años han pasado desde que se conociera la noticia de la muerte de Mario Biondo, el que fuera el primer marido de Raquel Sánchez Silva. Su fallecimiento estuvo rodeado por el misterio y la polémica desde el primer momento debido a las extrañas circunstancias que lo rodean. El cámara fue encontrado, colgado de una estantería en su domicilio madrileño, y aunque en un primer momento se apuntó a un suicidio, en estos años, su familia no ha dudado en señalar a la presentadora. Ahora, la Audiencia de Madrid acaba de reconocer que Biondo no se quitó la vida.
Las tres magistradas de la Audiencia de Madrid apuntan en la resolución que "se aporta por primera vez una denuncia contra determinadas personas, con numerosa prueba pericial y una copia (...) de una resolución judicial (...) de la cual parece desprenderse indicios de que la muerte de Biondo no fue suicida”. No obstante, desestiman el recurso de apelación de la familia al considerar que es "cosa juzgada".
La Justicia señala que "en el momento del hallazgo del cadáver, en la inmediatez de los hechos, habrían debido ser desarrolladas actividades investigativas (interceptaciones ambientales y telefónicas, adquisiciones de registros) que no han sido desarrolladas y que, dado el tiempo transcurrido, no habrían podido ser desarrolladas por las autoridades judiciales italianas".
El despacho Vosseler Abogados, que representa a la familia Biondo, interpuso una denuncia en el Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid enumerando las contradicciones que aseguran que existen entre las evidencias del caso y la tesis de apunta a un suicidio: “Y ahora, por fin, la Audiencia de Madrid ha confirmado la tesis de Vosseler Abogados y de la familia de Mario Biondo de descartar el suicidio”.
De esta manera, falla en el mismo sentido que ya lo hizo el Tribunal de Palermo Nicola Aiello en 2022, en cuya resolución se basaba principalmente esta última denuncia. En aquel escrito, la Justicia italiana recogía que "los elementos que se extraen del expediente del Ministerio Público sugieren que Mario Biondo fue asesinado por mano que permanece desconocida y posteriormente colocado en una posición apta para simular un suicidio". Aunque la causa fue archivada debido a la imposibilidad de proseguir la investigación, la Audiencia de Madrid ha citado ahora estos argumentos.
"Este auto no hace sino reafirmarnos en nuestra convicción de que la muerte de Mario Biondo fue homicida y probablemente con premeditación, y por ello asesinato", asegura Leire López, magistrada de Vosseler Abogados. “Por este motivo, hemos presentado un recurso al Tribunal Constitucional, al que seguiría otro al Tribunal de Derechos Humanos de Europa, para que se abra el caso y practicar en España pruebas que investiguen los hechos. Y, paralelamente a estos recursos una reclamación de responsabilidad patrimonial de la Administración de Justicia ante la evidente y reconocida mala praxis en la investigación, la autopsia y la decisión final de cerrarse el caso con un auto de sobreseimiento libre que impedía practicar nuevas pruebas”, anuncian.
El caso de Mario Biondo, más de una década de misterio y movimientos judiciales
El caso de Mario Biondo, el cámara italiano que fue hallado muerto en su domicilio de Madrid el 30 de mayo de 2013, se ha convertido en un laberinto judicial que atraviesa una década de investigaciones, querellas y resoluciones contradictorias entre España e Italia.
Aquella jornada, la Policía encontró su cuerpo colgado de una estantería. La autopsia realizada en Madrid concluyó que se trataba de un suicidio, y el Juzgado de Instrucción nº 21 archivó la causa. Sin embargo, la familia nunca aceptó esta versión y desde el primer momento sostuvo que Biondo había sido asesinado.
En Italia, la Fiscalía de Palermo abrió un expediente a petición de los padres del joven. En 2016, un primer informe forense italiano volvió a respaldar la hipótesis del suicidio. Pero las dudas persistieron y, en 2018, la familia consiguió reabrir la vía judicial en España con una querella contra el forense de la primera autopsia. Ese mismo año, la Fiscalía de Palermo ordenó una segunda exhumación del cuerpo y una tercera autopsia en el Policlínico de Palermo.
El resultado llegó en octubre de 2019: los peritos de la Fiscalía italiana confirmaron de nuevo que la muerte había sido un suicidio. Aun así, la familia presentó recursos en ambas jurisdicciones y denunció supuestas irregularidades en la custodia de pruebas y la manipulación de muestras. En 2021, la Fiscalía General italiana llegó a abrir un expediente contra el forense que dirigió la tercera autopsia.
El giro más contundente se produjo en agosto de 2022. El juez de instrucción de Palermo decidió archivar la causa por “limitaciones procesales”, al considerar que, nueve años después de los hechos, ya no era posible practicar diligencias efectivas. Pero en el propio auto judicial dejó constancia de que la muerte de Mario Biondo podría haber sido un homicidio simulado como suicidio, y criticó las deficiencias de la investigación española.
Hoy, más de una década después, la situación judicial sigue dividida: en Italia, la vía penal se cerró con el archivo de 2022; en España, continúan vivas querellas y recursos presentados por los padres contra los forenses que intervinieron en las primeras diligencias. Mientras tanto, la familia insiste en que su hijo no se quitó la vida y mantiene la batalla legal y mediática para demostrarlo.
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