Carlos Mazón se emplazaba a una "reflexión" tras los insultos y abucheos recibidos durante el funeral de Estado de la DANA, homenaje al que las familias de las víctimas le pidieron que no acudiera. Este domingo, Alberto Núñez Feijóo y el president valenciano mantenían distintas "conversaciones" para analizar las "necesidades de la Comunidad Valenciana y del PP valenciano", tal y como aseguraba Cuca Gamarra. laSexta emitía un especial de El Objetivo para informar sobre los últimos movimientos. Así, en pleno directo, Ana Pastor no daba crédito cuando un dirigente del PP le mandaba un mensaje para conocer la hora de la declaración de Mazón.

Aunque habitualmente el programa de Mazón se da a conocer sobre las 21:15 horas - 21:30 horas del día anterior, la declaración que dará este lunes ha sido toda una incógnita. El president de la Generalitat comparecerá ante los medios a las 09:00 horas desde el Palau de la Generalitat, por lo que, inevitablemente, no solo abordará su sucesión en el PP valenciano sino el futuro de la presidencia de la Generalitat.

En pleno directo, la presentadora de laSexta no podía ocultar su sorpresa después de que un miembro del PP se pusiera en contacto con ella: "Acabo de recibir un mensaje de un dirigente del PP, no menor ni mucho menos, que pregunta si sabemos la hora. Así es, son las 22:18 horas y así están en el PP valenciano, increíble".

Todo se precipitaba el pasado 29 de octubre, día en el que se cumplía el primer aniversario de la DANA. Durante el funeral de Estado celebrado en la capital del Turia, las familias de los fallecidos recibían al popular entre abucheos y gritos de "rata" o "rata traidora". 24 hora después, Mazón anunciaba una "reflexión": "Me hago cargo del día de ayer, no dejo de pensar qué significa y qué han significado estos días".

Tres escenarios posibles

Con la declaración de Mazón se abren tres escenarios: que no dimita, que dimita como president pero mantenga el escaño o que dimita y renuncie al escaño. Este aspecto es clave ya que sin el escaño deja de estar aforado y la jueza de la DANA podría llamarle a declarar. Así, una de las incógnitas es quién será el nuevo president, que deberá contar con la aprobación de Vox. 

Si Carlos Mazón optara por apartarse del cargo, el panorama político en la Comunidad Valenciana se abriría a varios escenarios posibles. El primero, y más drástico, pasaría por su dimisión, la disolución de Les Corts y la convocatoria de nuevas elecciones. Una maniobra arriesgada para el PP valenciano, que se encuentra en plena etapa de reconstrucción interna y se vería obligado a improvisar un candidato o candidata a contrarreloj para la campaña.

En este contexto, ya circulan algunos nombres. Fuentes del entorno del PP valenciano señalaron a RTVE que el preferido del partido sería Vicent Mompó, actual presidente de la Diputación de Valencia. La información trascendió tras una reunión entre los presidentes de las tres diputaciones provinciales y el secretario general del PP autonómico, Juanfran Pérez Llorca, otro de los dirigentes que suena con fuerza para suceder a Mazón. Desde Génova, sin embargo, la apuesta sería distinta: la favorita de la dirección nacional sería la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.

El segundo escenario posible pasaría por una renuncia sin convocatoria electoral. En ese caso, el sustituto debería ser diputado autonómico, lo que descartaría automáticamente a Mompó —que no forma parte de Les Corts— y reforzaría las opciones de Pérez Llorca.

En cualquier caso, la decisión final no dependería solo del PP. La formación necesitaría el respaldo de Vox, ya que los populares no cuentan con mayoría absoluta en el Parlamento valenciano y dependen de los votos del partido de Santiago Abascal para mantener la estabilidad del Gobierno autonómico.

También se contempla una tercera vía: que Carlos Mazón permanezca al frente de la Generalitat hasta 2027, pero sin repetir como candidato en las próximas elecciones autonómicas. Y aún una cuarta posibilidad: que mantenga el cargo institucional con el argumento de culminar la “reconstrucción” del Consell, pero renuncie a la presidencia del PP valenciano para marcar distancias dentro del partido.

La decisión no solo tiene implicaciones políticas, sino también judiciales. Si Mazón dejara el cargo, perdería su condición de aforado y la jueza que instruye el caso de la DANA podría imputarle. Para evitarlo, necesitaría conservar el escaño en Les Corts o ser designado senador autonómico, una opción que se maneja en los pasillos del partido como vía para blindar su situación legal.

Por ahora, la dirección del PP mantiene el silencio y traslada toda la responsabilidad al propio Mazón. “El futuro de Mazón solo lo conoce Mazón”, repiten en el partido.

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