Alejandro de Miguel, diseñador del vestido de Chenoa en las Campanadas: "Hoy se lo prueba por primera y última vez"

Las Campanadas no solo son un fenómeno televisivo sino que, desde hace años, también se han convertido en un importante escaparate para otros sectores como la publicidad o la moda. Los presentadores, sobre todo en el caso de ellas, trabajan a conciencia durante meses en el diseño que lucirán para tomarse las uvas junto a los espectadores. Diseños que se han convertido en un elemento más de la retransmisión, generando expectación y siendo una clave más del mensaje. En el balcón de TVE en la Puerta del Sol, Chenoa dará la bienvenida al 2026 junto a Estopa después de que Silvia Abril y Andreu Buenafuente causaran baja. Una decisión de última hora que también ha tenido repercusión en los talleres. Alejandro de Miguel, diseñador del vestido de la cantante, con el que ha podido hablar ElPlural.com horas antes de la gran noche, ha tenido que trabajar contra reloj en un diseño que suma más de 150 horas de trabajo en ocho días. 

El manchego ha reconocido estar "dando los últimos detalles del vestido", el cual ha definido como "mágico, lleno de luz y que va a sorprender a toda España". El diseñador no se reunirá con Chenoa hasta este 30 de diciembre, a poco más de 24 horas del gran evento, por lo que ha trabajado "a distancia y por teléfono". 

De hecho, este mismo 30 se producirá el momento clave: "Hoy le pruebo el vestido por primera y última vez. Iremos al ensayo con alguna modista para esos retoques de última hora. Pero confío, mi especialidad es hacer trajes a medida y sabemos resolver esos pequeños ajustes de última hora".

De Miguel reconoce que ha tenido que hacer la pieza "en tiempo récord", con "más de 150 horas de trabajo" y "siete costureras" "Recibí el encargo hace ocho días y he tenido que emplear a fondo todo mi taller para ensamblar el vestido. Una con la espalda, otra con el delantero, otra con la manga, otra con el forro, etc.". Y es que, cabe recordar, que el anuncio de los nuevos presentadores de las Campanadas de la pública -Chenoa y Estopa- se producía el 18 de diciembre, después de que Andreu Buenafuente y Silvia Abril causaran baja con motivo de los problemas de salud del catalán.

El diseñador asegura que Chenoa se lo ha "puesto muy fácil" y ha ensalzado la "confianza en sí misma y en los profesionales" de la cantante: "Eso me hace trabajar con mucha más libertad, porque ha delegado mucho en mí". De Miguel le presentó "un par de propuestas" y "la primera idea fue un flechazo para ella": "Hemos coincidido en que este tenía que ser el vestido que dejará a España con la boca abierta".

El modisto se ha inspirado en la trayectoria de la presentadora, marcada por los "focos, la evolución personal y artística y la seguridad adquirida", para hacer esta pieza "que une artesanía, televisión en directo y narrativa personal": "Quiero ver a una Chenoa sexy, pero también elegante".

Enfrente tendrán a Cristina Pedroche y Josie, quienes han convertido el outfit de la vallecana en todo un evento de la Navidad desde hace más de una década. Sin embargo, De Miguel asegurá no sentir ningún tipo de presión: "Yo voy a lo mío, que es hacer vestidos a medida y hacerlos bien. No me fijo en lo demás, porque además la otra cadena tiene otra manera de plantear sus Campanadas".

El diseñador del atuendo de Chenoa se autodefine como todo un "experto" en esto: "Soy el diseñador español que más vestidos de Campanadas ha firmado. Además, lo he hecho en todos los canales de televisión salvo en Antena 3". No obstante, asegura que el título no le pesa: "Me hace gracia porque de niño me hacía mucha ilusión. Cuando veía a Anne Igartiburu en la tele soñaba con hacer esos vestidos maravillosos que sentaban frente al televisor a todo el país. Son un escaparate muy importante para la moda española".

El manchego se ha encargado de vestir a otras mujeres para esta cita tan especial, como Igartiburu, Cristina Pardo o Ana Obregón. De hecho, De Miguel recuerda con especial emoción el último diseño hecho para la bióloga: "Lo recuerdo con cariño y tristeza. En plena pandemia, con la Puerta del Sol en silencio, porque no había nadie en la plaza por temas del confinamiento. Fue todo tan triste. Viajé a La Moraleja para probarle el vestido en casa, esa madre rota de dolor. Pero la puse a tan guapa que mereció la pena".