¿Es un OVNI? ¿un pájaro? ¿Es un avión? La respuesta la conocemos todos y recuerda siempre a uno de los superhéroes más queridos y seguidos.

Estos días circula por las diferentes plataformas sociales un vídeo que se podría considerar una especie de compilación de todas esas cuestiones. Porque aunque no estamos ante un Objeto Volador No Identificado, no es descartable que se trate de los que, según la literatura de ciencia ficción, suelen ser sus pasajeros, o lo que es lo mismo, los bichos que trataban de localizar los ‘Hombres de Negro’ –sin que estemos hablando de los controladotes económicos de la UE-. 

La última pregunta, la del avión, si ves el vídeo puedes extraer tus propias conclusiones.

La escena se sitúa en un restaurante asiático. En una mesa o mostrador hay un plato. Sobre él, varios trozos de pollo.

Lo siguiente es el grito de una mujer. ¿El motivo? Uno de los pedazos de pollo preparados para cocinar se convierte en zombie, revive y, de un salto sale del recipiente en el que se encuentra. Como si de una película se tratara.

Curiosamente, la persona que graba la escena parece estar esperando ‘algo'. Pero esto no es lo importante; lo crucial es que desde que se publicó el vídeo ya acumula millones de reproducciones solo en YouTube, miles de comentarios y decenas de miles de likes.

¿Recuerdas cuando Fernando Alonso empezó a despuntar en la Fórmula 1? Salieron expertos en este deporte como si de setas se tratase. Pues en esto del trozo de pollo ‘viviente’ ha ocurrido más o menos lo mismo.

Así, a la hora de ofrecer explicaciones ante tal fenómeno, algunos usuarios de redes sociales han lanzado sus argumentos, siendo el más generalizado el de que el cerebro, durante algún tiempo, no deja de enviar órdenes a los músculos. Aunque habría que plantear otra cuestión ¿dónde está el cerebro en ese trozo de pollo? Y aún más ¿cuánto tiempo llevaba el ave muerta, pelada y cortada en pedazos?

Lo ocurrido no es nuevo y una búsqueda nada sesuda por internet permite encontrar más ejemplos de este tipo.

Sea lo que sea, lo que parece evidente es que lo que nadie puede poner en duda es la frescura de la carne. Perdón por el chiste malo, pero la coyuntura incitaba a ello.