Imagine que planea invertir casi 1.300 millones de euros en una casa nueva. Seguro que le gustaría tener las mejores vistas, ¿verdad? Pero también es importante que la localidad en la que esté ubicada cuente con servicios y que los vecinos no estén dando el tostón todo el día.

Ese es el dilema al que se enfrentan los responsables del proyecto Thirty Meter Telescope [telescopio de treinta metros], que no acaban de tener claro si construirlo en el pico más alto de Hawaii, el Mauna Kea; o hacerlo en la isla de La Palma.

Todo el mundo está de acuerdo en que la mejor localización es la hawaiana, aunque las diferencias son mínimas. José Manuel Vílchez, astrónomo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y antiguo miembro del comité del Instituto de Astrofísica de las Islas Canarias ha declarado a Associated Press que la opción de La Palma no supone una pérdida de calidad relevante. “Estamos hablando de las mejores entre las mejores. Una es un 10 y la otra un 9,9”.

Problemas en Hawaii

Sin embargo, los problemas que se están produciendo en Mauna Kea, que es considerado un lugar sagrado por los nativos hawaianos, están haciendo que las miradas se giren hacia La Palma. Su altitud es menor y las condiciones atmosféricas son ligeramente peores, pero allí todo sería más sencillo: “En Mauna Kea estás más lejos de la base y los costes se incrementan. En Canarias el apoyo institucional es del 100 por ciento y el 99 por ciento de sus habitantes apoyan el trabajo de los astrónomos”, afirma Vílchez. De hecho, los responsables del proyecto han anunciado este mismo mes de agosto haber realizado una solicitud de permiso de construcción en La Palma.

Al final, La Palma podría llegar a tener el mismo rendimiento o incluso mejor.

Aunque algunos expertos afirman que la mayor altitud de Mauna Kea [4.300 metros, más del doble que La Palma] y las excepcionales condiciones atmosféricas de Hawaii hacen que allí se puedan obtener imágenes que serían imposibles en otros sitios; otros como John Mather, astrofísico ganador del Premio Nobel de Física en 2006 por su trabajo sobre la teoría del Big Bang, aseguran que hay otras formas de conseguir los datos necesarios.

También Avi Loeb, que preside el departamento de Astronomía de la universidad de Harvard considera igual de válida la opción canaria. “Hay que tener en cuenta que los seres humanos podemos cambiar el sistema para compensar las condiciones ligeramente peores”, explica. “Al final, podría llegar a tener el mismo rendimiento o incluso mejor”.

El bloqueo hawaiano

Los nativos hawaianos que se oponen a la construcción del telescopio han bloqueado durante un mes el acceso de los camiones que transportan el material a la cima del Mauna Kea. Sin embargo, no toda la población local está en contra del proyecto. Muchos han destacado las oportunidades académicas y económicas que supondría para la isla.

El telescopio de treinta metros supondrá una nueva generación de instrumentos que transformarán la astronomía, al permitir a los científicos adentrarse en el espacio con una profundidad nunca posible hasta ahora. Sus imágenes son más detalladas, “hasta doce veces más nítidas que las del telescopio espacial Hubble”, según Michael Bolte, miembro del Consejo del Thirty Meter Telescope y profesor de Astrofísica de la universidad de California, Santa Cruz.

Todavía habrá que esperar un tiempo para ver cuál es la decisión final, pero ahora mismo todo apunta a que la opción de La Palma puede resultar la ganadora.