El ser humano es cruel casi por naturaleza. Una parte de él está dispuesta a hacer lo que sea o aprovecharse de la circunstancia que corresponda con tal de inflar su cuenta de resultados. Ahora mismo, una de las noticias más difundidas a nivel mundial es la decisión del Gobierno de España de recibir en el puerto de Valencia al barco humanitario Aquarius con más de 600 personas a bordo.

El hombre, como especie, ha tocado fondo en varios momentos de la historia, el antepenúltimo, precisamente, en relación con ese buque y la negativa del Ejecutivo neofascista italiano.

El penúltimo tiene que ver con el intento de algunos de intentar hacer negocio a través de la estafa. Para ello buscan aprovecharse, por una parte, de la solidaridad de otros seres humanos y, por otra, de la desgracia que de otros a los que quieren ayudar los primeros.

Según han detectado los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a través de redes sociales están circulando supuestas campañas de solidaridad a favor de esas personas abandonadas en el mar por el Gobierno italiano. 

Tanto la Policía Nacional, como la Guardia Civil se han movilizado a través de sus cuentas en redes sociales para advertir del peligro de caer en las redes de estos profesionales de la estafa, además de otros organismos, instituciones y entidades. 

Si por desgracia te llega uno de estos mensajes, ambos cuerpos de seguridad piden que no se retuiteen o viralicen, puesto que los mismos encierran intentos de phishing y fraude cuya principal consecuencia es que los delincuentes se hagan con los datos de quien caiga en la trampa.

Este es el penúltimo intento de estafa a través de redes sociales. A los ciberdelincuentes, como a los fascistas, les da igual si las víctimas o el gancho para lograr su beneficio son los más vulnerables. El siguiente caso, en unos días u horas. Lo dicho #StopBulos