Sensores y otros ‘chips’ para saber cuándo la tortilla del bar de la esquina está recién hecha o una máquina que detecta discursos insulsos y advierte de ello con señales de humo. Son sólo dos de los más de veinte proyectos que este jueves se han podido ver gracias al Equipo Liquid IT de Accenture Digital.

La puesta de largo de muchos de ellos para el gran público se engloba en el programa de la Semana Marciana que hasta el viernes se desarrolla en Madrid.

Lo que se ha podido ver bajo la denominación de Proyectos Marcianos ha sorprendido a propios y extraños. No es más, tal y como han aclarado sus organizadores, que ideas hechas realidad para permiten comprobar “el potencial de tecnologías probadas y emergentes y su aplicación en los negocios”.

Los 22 proyectos han nacido de “una metodología de innovación propia en la que el juego es nuclear”. Lo más interesante de ellos es que ponen de manifiesto de manera empírica la aplicación de estas tecnologías a sectores tan diferentes como el de la banca, el turismo, la energía o el transporte, entre otros.

Código abierto

Se trata de un conjunto de iniciativas originales en cuyo desarrollo se han usado tecnologías de código abierto. Otro aspecto a destacar es que “fusionan el mundo digital y el físico para ofrecer nuevas experiencias a los usuarios finales”.

Lo explicó Jorge Gutiérrez, managing director del Equipo Liquid IT de Accenture Digital quien aclaró que “hemos rescatado el mundo de los estímulos y el juego como forma de aprendizaje común a todos nosotros” para, a partir de ahí, “a través de un modelo de innovación tecnológica disruptiva, al entorno de los negocios para demostrar su impacto en aspectos como las decisiones de compra o la fidelización de clientes”.

La propuesta de estos Proyectos Marcianos intenta aunar la cotidianidad con la tecnología más avanzada y, a la vista del resultado de algunos proyectos, parece que lo consigue.

La Tortilla Bot

Es el caso de la llamada Tortilla Bot, cuyo punto de partida es la búsqueda de un sistema para llegar a tiempo a degustar la tortilla de la mañana en el bar cercano a la oficina. La idea llevó al uso de sensores de peso y presión, un Arduino y una cuenta de Twitter. La combinación de estos elementos a través de un desarrollo en PHP (lenguaje de código abierto) y Python, permiten comprobar con el sistema de microblogging de la conocida red social, cuándo la tortilla sale de cocina y hasta qué momento se puede disfrutar de un pincho.

Su aplicación al mundo de la empresa ha sido la inspiración de “sistemas integrados en soluciones para el control de stock por peso en almacenes con avisos que alertan de las necesidades de reposición o aplicaciones para la gestión del consumo energético”.

Y qué decir de la Máquina de Humo. El Cloud Speech API de Google se integra en una máquina que analiza discursos y, ante la detección de una serie de palabras propias de mensajes de marketing huecos o vacíos de contenidos a fuerza de repetición, activa un relé que provoca la emisión de una pequeña descarga de humo. Además de alertar del riesgo de los discursos vacuos, este Proyecto Marciano muestra la multitud de posibilidades de las tecnologías de reconocimiento de voz en áreas como la formación o el control de las cosas, ya sea en entornos domésticos o industriales.

"Arriesgarse" o morir

Cabe subrayar que la Semana Marciana también acoge ponencias sobre tecnologías en expansión como los chatbots y sobre la creación de productos digitales, además de una mesa redonda en torno a los modelos de innovación efectiva, la influencia del espacio físico en el proceso de innovación y la relación negocio-TI en los entornos de desarrollo agile. En dicha mesa han tomado parte diferentes empresas punteras y ha contado con la moderación de Sebastián Muriel, responsable de la división Comunicaciones Personales en Telefónica.

Hasta este viernes el programa continúa. Al fin y al cabo, en palabras de José Luis Sancho, La Semana Marciana demuestra, desde el conocimiento profundo del mercado, que arriesgarse a hacer las cosas de otra manera y tener capacidad para imaginar con espíritu lúdico hace posible conseguir soluciones tan distintas como reales”.