Vuelta de septiembre, vuelta a clase. Según la OCU, cada familia se gastará cerca de 400 euros en material escolar. ¿Cómo garantizar que éste sea sostenible? Porque este heterogéneo grupo de productos -papel, bolígrafos, lápices, pegamentos, etc.- puede tener un importante impacto ambiental vinculado al uso de sustancias químicas como disolventes, metales…

Etiquetas

Para empezar, nos indica Eroski Consumer hemos de pensar si realmente necesitamos el producto o si podemos prescindir de él, por ejemplo porque ya lo tengamos en casa y podamos reutilizarlo. Si finalmente decidimos hacer la compra, continúa la organización, tengamos ojo con las etiquetas confusas como las que ponen solo ‘producto ecológico o ‘ecofriendly’, puesto que no siempre son auténticos certificados ambientales. Una etiqueta de fiar es la etiqueta de la Unión Europea u otros (466 KB). Si no hay etiqueta alguna, procuremos comprar productos con poco embalaje, monomaterial, fabricados ahorrando materiales, elaborados con materiales reciclados o de menos impacto ambiental. Por ejemplo, evitar el PVC, los disolventes orgánicos en pinturas y pegamentos. Evitar la producción de residuos comprando productos con una vida útil más larga, a granel o recargables.

Bolígrafos y lápices

Los bolígrafos, podrían ser de plástico reciclado o materiales biodegradables como madera o maíz. En cuanto a los lápices, es buena idea decantarse por la madera proveniente de explotaciones forestales con gestión sostenible. Con respecto a las carpetas y archivadores, se pueden buscar hechos madera sin lacar, producidos siguiendo criterios para evitar sustancias nocivas, según indique alguna ecoetiqueta. Con sustancias plásticas de PP (polipropileno), PE (polietileno) o acetato de celulosa, plástico reciclado, productos de papel o cartón reciclado o proveniente de explotaciones forestales con gestión sostenible.

Productos de papel

Para todos los productos de papel (cuadernos, folios, etc), busquemos productos de papel con fibras recicladas al 100% o cartón totalmente libres de cloro (TCF). Papel proveniente de explotaciones forestales con gestión sostenible. Nos serán útiles los certificados FSC ol certificado ángel azul, que garantiza que el papel proviene de madera justa.

Pinturas y pegamentos

Respecto a las pinturas, pegamentos, correctores (tipex) y fluorescentes, priorizar productos secos frente a los líquidos, productos líquidos con disolventes de base acuosa p productos recargables. Para el consumo energético, fijémonos en que esté definido en el estándar Energy Star, y en los aparatos consumidores de electricidad, buscar la etiqueta de eficiencia energética de la Comunidad Europea, dando prioridad a la clase A. 

Ropa y mochilas

También en el apartado textil (ropa, uniformes, calzado, mochilas, estuches...) se puede aplicar el criterio sostenible. Intentemos que no haya sustancias nocivas en el producto final (Oekotex), e intentemos que entre el 70 y 95% de las  fibras totales del producto proceda de  agricultura ecológica. También que el algodón en el producto sea de agricultura ecológica (entre el 5% y el 100%). Una idea es buscar el certificado GOTS, una norma mundial en el procesamiento de textiles hechos con fibra orgánica, que incluye criterios ecológicos y sociales, o el Fairtrade cotton, que representa a empresas que usan por ejemplo algodón fabricado de forma orgánica, a precios justos y respetando unos estándares sociales mínimos. Entre otras papelerías de productos ecológicos, podemos destacar Olokuti , Dinamo Papelería, Ecogestos, o Jack Wolfskin para las mochilas.