¿En cuántas ocasiones te ha dado un apretón mientras visitabas un palacio, contemplabas las obras de un museo o, simplemente, te encontrabas en un recinto deportivo? Y cuántas de esas veces, tras haberte desahogado como manda los cánones fisiológicos, te has dado de bruces con el mayor de los problemas: no hay papel.

Si esto te ocurre en China, no te preocupes porque en el gigante asiático han pensado en todo, eso sí, tirando de nuevas tecnologías y, en concreto, nada más y nada menos que del reconocimiento facial.

La iniciativa, tal y como destacó hace unos días el medio digital chino Shine, se desarrolla en un baño público de un distrito de Shanghai y tiene como objetivo fundamental reducir el uso de papel higiénico.

Es evidente que, ante tal propósito, aquellos que no se paran a pensar en la cantidad de árboles que se necesitan para fabricar este producto, no crean que en este baño lo van a tener en cantidades industriales, ni mucho menos.

Ahí es donde entra en escena el reconocimiento facial ¿De qué manera? El usuario que en un momento determinado se encuentra con esa necesidad fisiológica seguramente ve la luz con el baño público en cuestión. Una vez llega a él, el dispositivo hace un escaneo facial y, a continuación, permite que pueda servirse de hasta 80 centímetros de lo que, en ese instante, es el tesoro más preciado.

Un ahorro del 70%

A priori, esa cantidad parece más que suficiente. No obstante, no debe ser así puesto que los responsables de Shoulian Science and Technology Co, creadores del invento, son tajantes a la hora de indicar que con su sistema se puede ahorrar cerca de un 70 por ciento de papel higiénico.

Si durante el uso esos 80 centímetros son insuficientes, la máquina no vuelve a proveer de papel hasta pasados nueve minutos, aunque si se necesita más se puede pedir al personal de limpieza.

Con casi tres meses de uso, la máquina parece ofrecer buenos datos, o por lo menos así lo afirman desde la empresa asegurando que, si bien al principio había más reticencias con el reconocimiento facial, ahora hay más personas que usan el dispositivo.

Baños y NNTT

De hecho, tal y como revelan los responsables de la empresa, es posible que en breve se lleve a cabo la instalación de esta tecnología en más baños públicos de la ciudad.

No sabemos si en España un dispositivo de estas características ofrecería buenos resultados, aunque más de uno pensará que tal vez sería así si, además, se estableciera un límite de tiempo para el uso del inodoro. No obstante, estas son ya cuestiones trascendentales que no vienen al caso.

Lo importante de todo este proyecto es que el uso de la inteligencia artificial permite ahorrar mucho consumo de papel, con todo lo que significa esto para el medio ambiente.

Por cierto, no es la primera vez que desde China llega una noticia que une baños y nuevas tecnologías, y si no basta recordar los WC para mujeres en los que, además de lo que se hace en ellos, las usuarias podían seguir comprando en el centro comercial donde están instalados.