Una de las principales conclusiones de la edición de este año del foro de Davos, que se celebró del 20 al 24 del mes pasado, es que “hay mucho por lo que tener esperanza” sobre el cambio climático, según Gim Huay Neo, máxima responsable del Centro para la Naturaleza y el Clima del Foro Económico Mundial [WEF por sus siglas en inglés], institución que organiza el evento.

El foro de Davos asegura que hay mucho por lo que ser optimistas sobre el cambio climático

Según datos del WEF, el año pasado fue el más caluroso de los últimos 100.000. En algunas regiones, como California [y, en concreto, Los Angeles], los incendios están agudizando la situación y provocando la “devastación de comunidades, empleos y propiedades”.

El primer día de la reunión anual, Donald Trump, sacó a Estados Unidos de los acuerdos de París

Davos es optimista

“A nadie se le escapa que, justo el primer día de la reunión anual, el presidente de Estados Uniddos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para sacar al país de los acuerdos de París. Entonces, ¿por qué me siento optimista tras la reunión”, se pregunta Huay Neo.

El primer motivo son las diferentes “iniciativas importantes con respecto al clima y la naturaleza que se anunciaron en Davos este año”. A su juicio, suponen un avance importante y subrayan “el momento positivo e imparable que estamos atravesando” en relación con esos temas.

La ciencia, a favor

Huay Neo asegura que también “los científicos, líderes de pensamiento y expertos de la industria están aportando más claridad sobre el estado del planeta y las acciones necesarias para mitigar riesgos de forma eficaz los riesgos e invertir en oportunidades para el futuro”.  

Por último, se está registrando “un reconocimiento y evidencia crecientes de que las empresas que incorporan datos y tecnología y abrazan nuevos negocios y modelos para la sostenibilidad están en una posición muy ventajosa para atraer talento y crear ventajas competitivas a largo plazo”.

Acciones concretas

Durante la reunión del foro de Davos se produjo el anuncio de la creación del corredor verde Kivu-Kinshasa. Una iniciativa que tiene como objetivo restaurar y proteger una extensión de terreno del tamaño de Francia en la zona del Congo y que es uno de los pulmones de nuestro planeta.

Los beneficios no serán solo medioambientales, también supondrá creación de empleo y “catalizará una economía basada en turismo sostenible, agricultura y energía limpia”.

Y, por supuesto, supondrá preservar una “maravilla de la biodiversidad que es el hogar de 10.000 especies de aves y muchas especies icónicas y en peligro”. Sin olvidar que es capaz de secuestrar 1.500 millones de toneladas de CO2 al año. Como referencia, España emitió 287,7 millones de gases de efecto invernadero en 2023, 231,5 millones de las cuales correspondieron a CO2 [un 80% del total].

Soluciones

La experta asegura también que “los detalles importan. Para quienes están en la vanguardia de la transición verde, hacer realidad la ambición requiere de planificación y ejecución cuidadosas”.

También significa, según sus palabras, “ser ágiles y estar preparados para solucionar problemas según surjan, sin perder el foco en los objetivos a largo plazo”.

Realidad y expectativas

Sin embargo, los datos de una investigación promovida por el propio WEF reflejan que solo el 10% de las empresas muestran “un progreso tangible y significativo en sus objetivos con respecto al clima y la naturaleza”.

Y abre una nueva puerta a la esperanza: “Teniendo en cuenta la energía y el compromiso del que he sido testigo en la reunión anual, soy optimista en cuanto a que ese porcentaje crecerá; y estoy deseando escuchar en el futuro más historias de éxito de los caminos de la transición verde”.

Tecnología

También la tecnología y el incremento de su uso, son un punto importante, según reflexiona Huay Neo: “En especial, los asistentes exploraron cómo la inteligencia artificial, los sensores, satélites y aprendizaje de máquinas pueden apoyar mejor a las empresas y las comunidades en su labor de recortar emisiones y en sus esfuerzos para restaurar y conservar la naturaleza; y a gestionar, a la vez, eventos climáticos extremos”.