Puede parecer una excentricidad, pero su objetivo es servir de llamada de atención sobre los niveles de contaminación en los que se mueven ciudades con graves problemas ambientales. Niveles que no siempre son perceptibles a simple vista y sin embargo pueden resultar muy nocivos, como enfermedad silenciosa e invisible es el colesterol.Hablamos del diseño de camisetas y chaquetas que, según el nivel de CO2, partículas contaminantes y radiación que haya en el ambiente, modifican su color. Habitualmente, la suciedad de la ropa puede ser significativa de la cantidad de polución en la que nos movemos, pero la empresa Aerochromics, en colaboración con el artista y diseñador Nikolas Bentel, ha creado unas prendas más elocuentes con el fin de cambiar la manera como nos desplazamos en nuestras ciudades. Vestirse bien para vivir bien.
Sostenibilidad