La pretendida retórica de la clase política se apoya en discursos cargados de palabras e intenciones, pero vacíos de efectividad cuando se habla de la mujer. Esta semana, se ha vivido otra de esas controversias que, a la vista de los resultados, ha servido para dar titulares en medios de comunicación. Todo por la presunta “feminización de la política”.

La vida real en materia de igualdad es otra historia de la que se encargan entidades u organizaciones que buscan la incorporación de la mujer a los estudios y al mundo profesional. 

A ello se dedica Girls in Tech, organización fundada hace nueve años en EEUU por Adriana Gascoigne y que opera en España desde 2015. “La idea es hacer lo que esté en nuestra mano para que haya más mujeres en lo que son las disciplinas STEM -ciencia, matemáticas, tecnología e ingeniería-“. Lo comenta Marina Serrano, coordinadora – “lo de directora general suena muy fuerte”- de Girls in Tech España, junto a Elena Cruz y Molly Spears-Piccavey, que insiste una y otra vez en que “el número de mujeres en estas áreas es todavía baja. Hay que darle la vuelta”.

Datos demoledores

Los datos son demoledores. En las universidades, el porcentaje de mujeres que estudian ingeniería no alcanza el 30% y en algunos casos ni siquiera el 10%.

Reconoce que, si hablamos del mundo empresarial, conseguir el 50% de presencia femenina es “prácticamente imposible, porque la inclusión es como una carrera de fondo, a largo plazo".

[[{"fid":"56263","view_mode":"ancho_total","fields":{},"type":"media","attributes":{"alt":"Las tres fundadoras de Girls in Tech España.","title":"Las tres fundadoras de Girls in Tech España.","class":"img-responsive media-element file-ancho-total"}}]]

Esta organización centra su trabajo en los campos relacionados con las nuevas tecnologías.

Es el sector más pujante, pero arrastra el mismo hándicap que los tradicionales: una mayoría masculina. A pesar de estas dificultades, Marina no duda en considerar “positivo” este apogeo, por un lado “porque la información fluye de manera más rápida y cuanto más información, mejor para todos”; por otro, porque gracias a las herramientas que proporcionan que “permiten que las cosas sean más fáciles, por ejemplo, para no estar físicamente en una presentación, algo bueno para conciliar vida profesional y familiar”, aclara, "para mujeres y hombres".

Menores y jóvenes

Si bien es cierto que las iniciativas de Girls in Tech para menores y jóvenes “nos cuestan más, ya que es más fácil hacer una actividad de mentoring con un grupo de profesionales”, de sus palabras se desprende que aquellos colectivos centran parte de su labor.

Esta organización intenta que las niñas no pierdan el interés por estas materias y, en su caso, ayuda a chicas que están estudiando o mujeres que incorporadas al mercado laboral para que sean cada vez mejores profesionales en estos campos.

Es cuestión de talento, querido Sancho, diría Don Quijote si fuera un hipster. De aprovecharlo, claro está.

En cuanto a cómo Girls in Tech persigue sus metas dice Marina Serrano que “intentamos cubrir cuanto más mejor” con participación en "charlas, u organizando hackathons, iniciativas en las que siempre buscamos que participen hombres y mujeres”.

También los hombres

Este tema de la diversidad es prioritario. “Somos una organización inclusiva. Queremos incrementar la presencia de mujeres, lo que no implica despreciar a los hombres”, algo que sólo se consegue “integrando a todo el mundo”.

Como entidad que, “utilizando el poder de la tecnología” persigue “unir a las mujeres en diseñar su futuro y democratizar el mundo”, tal y como indica su página web, colabora con otras entidades, como (In)Visible Talent y “con gente que quiera trabajar en y por esto… que compartan nuestra meta”.

Girls in Tech desembarcó en España amadrinada por Teléfonica I+D, empresa que, tal y como señala Marina “desde que contamos el proyecto su apoyo fue total”.

Cuestión de mentalidad

Precisamente, “en relación con el sector empresarial las cifras que nos encontramos son las mismas que a nivel global. En España no estamos peor”, si bien recalca que “el problema en cuanto a cuotas, es... llegar a esa cuota”, para lo cual un cambio de mentalidad es primordial, y no solo empresarial, sino también social.   

En este sentido se pregunta “¿por qué se asume que hay algunas carreras que son para hombres y otras para mujeres?” o por qué “a veces es el padre quien no sabe bien qué hacer, cómo enfocar, por ejemplo, si su hija le pide un Meccano”. 

Si se habla de igualdad, de equilibrio, de inclusión, otra polémica recurrente para los políticos es la del lenguaje de género. Para Serrano este asunto es “un poco secundario”. Lo importante, básicamente, es que "haya más mujeres en estas áreas, no porque seamos mejores, sino porque tenemos una visión y cualidades diferentes”.

En definitiva, el trabajo y el propósito de Girls in Tech la resume una de sus cofundadoras en España y que está cargada de una lógica aplastante: “Lo que nos interesa resolver es ¿cómo puedo lograr un 50% de cuota de mujeres en una empresa tecnológica si sólo tengo un 20% en la universidad?”. Real como la vida misma.