La necesidad de impulsar medidas innovadoras en la lucha contra el tabaquismo y el convencimiento de que aún queda mucho por hacer, es el origen de la Plataforma para la reducción del daño por tabaquismo www.porlareducciondedanoportabaquismo.org que acaba de ver la luz.

Su portavoz, el doctor Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital madrileño Gómez Ulla, ha sido el encargado de presentar esta iniciativa impulsada por médicos y científicos españoles que buscan incorporar fórmulas innovadoras, que ya están dando buenos resultados en otros países, a las políticas contra el tabaquismo y abogan por incluir de forma activa las estrategias de reducción de daños en los planes de tabaquismo en España.

“Cada día vemos en nuestras consultas a un gran número de pacientes que, a pesar de nuestros esfuerzos, no dejan de fumar y necesitamos con urgencia soluciones innovadoras adaptadas a la realidad actual“, reclamó Fernández Bueno. Por ello, a su juicio “España debería integrar en sus planes de tabaquismo una línea sobre reducción del daño”. Lo que supondría añadir “un pilar más, una tercera vía complementaria” que ayude a esa parte de la población que, aunque ha intentado dejar de fumar en repetidas ocasiones, no lo consigue.

Los beneficios de las alternativas

En ese sentido, el doctor John Britton, catedrático de Epidemiología, jefe de la División de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Nottingham y presidente del grupo asesor de tabaco del Real Colegio de Médicos de Reino Unido, que también participó en la presentación de la Plataforma, explicó que el modelo británico de abordaje del tabaquismo, que se viene aplicando desde 2012, está dando mejores resultados desde la incorporación de alternativas que reducen el daño. Para ello, destacó cómo, a día de hoy, la prevalencia tabáquica está en mínimos históricos, incluyendo la franja de menores de edad, y ha descendido del 33% al 15% en sólo 10 años.

Las estrategias de reducción de daño son medidas cuyo objetivo es “ofrecer alternativas al fumador que no consigue dejar de fumar”, unas alternativas “basadas en la evidencia científica” y que “están demostrando ser una forma menos dañina de consumir nicotina” y una vía necesaria cuando todas las demás opciones para dejar de fumar no han funcionado.

Teniendo en cuenta los buenos resultados obtenidos en Reino Unido y en otros países, Fernández Bueno explicó que desde la plataforma lo que proponen es que las administraciones públicas integren las políticas de reducción de daño en las políticas actuales de lucha contra el tabaquismo.

Investigación científica

En este sentido, el portavoz de la Plataforma considera importante la necesidad de impulsar campañas de información al consumidor y de formación al profesional sanitario, sobre las alternativas de reducción del daño existentes. Asimismo, incidió en la necesidad de seguir avanzando en la investigación científica. Y para ello se propone la creación de un observatorio, liderado por un comité científico, donde poder monitorizar el impacto y los avances científicos.

Y, por último, resaltó el compromiso de la plataforma en seguir luchando encarecidamente para acabar con la lacra del tabaquismo y los daños que provoca en la sociedad e invitó a todos aquellos interesados a colaborar con la plataforma y formar parte de un debate cada vez más necesario en nuestro país.

Según la última encuesta EDADES del Ministerio de Sanidad, el consumo de tabaco en España se sitúa hoy en día en el 34% [de la población de 15 a 64 años], un dato que sitúa a España en niveles similares a los de 2005, justo antes de que entrara en vigor la ley antitabaco, cuando el coeficiente era de 32,8%. Estos datos demuestran, según el portavoz de la Plataforma, que las políticas de prevención, reducción y cesación están agotadas y que el modelo de lucha contra el tabaquismo debe ser más ambicioso e innovador.