Si llevabas años aguardando una vuelta digna de ‘Onimusha’, seguro que te tranquilizará saber que Capcom ha cumplido. ‘Onimusha 2: Samurai's Destiny’ vuelve, esta vez en formato remasterizado para PlayStation 4, Switch, Xbox y PC. Es, en esencia, una nueva oportunidad para revivir el original en PS2, pero también una ocasión perfecta para redescubrir la saga, con las particularidades y límites que implica traer de vuelta un clásico de hace más de dos décadas sin interferir demasiado en su base.
Lanzado en 2002 ‘Samurai’s Destiny’ no oculta su origen. Ese puede ser su principal atractivo, pero también su mayor impedimento. Con gráficos discretamente mejorados, pantalla panorámica y algunos ajustes en la jugabilidad, este remaster logra encontrar el equilibrio entre familiaridad y actualidad. El resultado es una experiencia que puede resultar muy reconocible para aquellos que crecieron con la serie, pero también algo rígida para aquellos que únicamente han experimentado los mundos abiertos y sistemas de combate actuales.
Una historia de venganza
Tras la destrucción de su aldea a manos del ejército demoníaco de Nobunaga Oda, el valiente Jubey Yagyu inicia un viaje de venganza y autodescubrimiento. Su habilidad para absorber almas y canalizar el poder Oni sirve como motor jugable y narrativo. Así, a lo largo de la narrativa, ‘Samurai's Destiny' nos lleva a través de la vida de un samurái asesino de demonios que quiere encontrar al igualmente demoníaco Nobunaga Oda en la búsqueda de ajustar cuentas. Para ello, vamos a tener que matar a muchísimos demonios, casi al estilo soulslike, donde cada cambio de escenario te enfrenta a decenas de enemigos.
Aunque es una secuela, no hace falta haber jugado el primer ‘Onimusha’ para disfrutar esta entrega. La historia se sostiene sin referencias complejas e introduce una mecánica que permite generar lazos con otros personajes a lo largo de la aventura. El sistema de afinidad influye en el desarrollo de los acontecimientos, desbloqueando escenas adicionales y modificando el comportamiento de los aliados en combate. Detalles como elegir el regalo apropiado para cada compañero añade ciertos matices a la experiencia.
A nivel jugable mantiene la estructura clásica de Capcom en aquellos años con cámaras fijas, escenarios pre-renderizados y una combinación de acción y puzles. No obstante, aquí lo más importante es el combate cuerpo a cuerpo. Jubey comienza con una katana sencilla, pero pronto incorpora armas elementales capaces de desencadenar ataques devastadores. La absorción de almas se ha pulido y ahora puedes decidir cuándo liberar el poder Oni, un modo temporal que incrementa fuerza y velocidad, una buena solución cuando la pantalla se llena de enemigos.
Controles adaptados
La remasterización ajusta los controles a los tiempos más actuales. Permite movimientos más suaves con el joystick facilitando el cambio de arma sobre la marcha y recompensando la precisión con secuencias espectaculares. Aun así, hay aspectos que delatan su origen en los años 2000, como una cámara fija puede jugar alguna mala pasada y ciertos movimientos que no representan la agilidad de producciones actuales.
Como en el original, para exprimir el título en su totalidad tendrás que rejugar la aventura, puesto que la presencia de varios aliados y rutas alternativas, realmente incentivan a repetir la experiencia para descubrir nuevas escenas y diálogos. No es un RPG con cien caminos, pero sí con los suficientes como para levantar mucho interés. En cuanto a la dificultad, Capcom ha introducido modos extra y se añade una opción para que avanzar sea más sencillo y en el otro extremo un modo Infierno, donde un simple error supone el final.
No fuerza a nivel gráfico
En el apartado visual, ‘Onimusha 2’ cumple con lo que se espera de una actualización al uso, con texturas en alta definición, formato panorámico y escenarios que transmiten ese Japón feudal oscuro, con aldeas en ruinas, castillos y bosques envueltos en misterio. Hay algún detalle, como el brillo verdoso en ciertos elementos (sobre todo el cabello), que resta puntos, pero no afecta en ningún caso a la jugabilidad. El sonido sigue la línea del original, con efectos y música que recuerdan la época PS2 y un doblaje en japonés que infunde cierto encanto involuntario, además de textos y menús en perfecto castellano.
Conclusiones
¿Es ‘Onimusha 2: Samurai's Destiny’ para ti? Si no lo has jugado, este puede ser un buen momento para dar una oportunidad a todo un clásico que no defrauda, siempre que tengas claro lo que ofrece. Para aquellos que ya conocen el viaje de Jubey, la remasterización con sus texturas HD, relación de aspecto 16:9, movimientos actualizados y escenarios más vívidos, supone un reencuentro cálido, pero sin perder ese aire clásico. Así pues, queda claro que Capcom ha optado por una restauración suave, sin correr ningún riesgo, aunque al final, el juego sigue siendo tan entretenido como fiel a sí mismo.