Entre las adaptaciones cinematográficas que llevan años dando vueltas sin acabar de arrancar, como si el proyecto se hubiera quedado en pausa más tiempo del previsto, la de ‘BioShock’ ocupa un lugar de honor. Desde que se anunció el proyecto, el universo distópico que Ken Levine imaginó hace más de una década, ha sido abono para rumores, intentos fallidos y cambios de dirección creativa. Pero algo ha cambiado. Esta semana, Francis Lawrence ha asomado la cabeza para confirmar que, contra todo pronóstico, el proyecto sigue en pie. Más allá, incluso está avanzando.
Avanza, aunque no a buen ritmo
Lawrence, a quien quizá recuerdes por ‘Soy Leyenda’, ‘Los Juegos del Hambre’ o por su afición a adaptar historias raras, nos da pistas bastante precisas sobre la adaptación que prepara Netflix. La definición que ha utilizado para referirse al proyecto es, textualmente, "complicado, pero en buen camino". Lo cual, viniendo de alguien que ya ha dirigido cosas como ‘Red Sparrow’, podría interpretarse como una forma elegante de decir "hemos visto cosas peores".
Según el director, la película ha tenido que atravesar momentos inciertos, incluyendo cambios internos en Netflix que han terminado por tocar de forma directa al presupuesto. El productor Roy Lee lo ha explicado sin demasiados rodeos, alegando que “se acabó el cheque en blanco”. La cuestión es que esta "contención" ha obligado al equipo a replantear la película con una perspectiva menos grandilocuente y más centrada en los personajes. Vamos, que menos explosiones y más tensión narrativa.
Replantear mirando el presupuesto
Aquellos que ya estaban viendo Rapture en la gran pantalla con chorros de agua 4D y secuencias atronadoras, seguramente se tomen los recortes de escala como un jarro de agua fría. Pero aquellos que se han aventurado en los juegos, entienden ‘BioShock’ como algo más que un evocador shooter con frases filosóficas y la idea de una película "intimista" basada en la serie no les sonará nada mal.
La incorporación de Justin Rhodes como nuevo guionista (‘Terminator: Dark Fate’) parece haber reactivado el proceso. El primer borrador ya está en manos de los responsables de la cinta y Lawrence ha confirmado que está revisándolo en estos momentos. A falta de algún detalle sobre la trama, todo indica que el equipo está intentando hacer algo con lógica dentro de su propio universo, lo cual, tal y como van las adaptaciones de videojuegos, ya es decir mucho.
Algo que sigue siendo un misterio absoluto es qué parte del universo ‘BioShock’ será adaptado. La opción más probable sigue centrándose en la política de Andrew Ryan y Rapture, esa ciudad/parque temático del objetivismo donde todo se fue al traste a base de pinchazos. Pero no hay que descartar un salto a Columbia, la ciudad flotante que se vende como utopía, pero disfraza un atroz fanatismo. De momento, silencio absoluto en esta parcela.
Una ciudad hundida en la incertidumbre
Más allá de especulaciones, lo importante es que la película no está enterrada junto a tantos otros proyectos que Netflix ha dejado languidecer en el fondo del mar. Al contrario, sin bombo ni platillo, sin promesas imposibles, ‘BioShock’ ya está en marcha con un director que, al menos en sus declaraciones, parece tener claro hacia dónde quiere ir. Quizá eso sea lo que necesita. No una superproducción hinchada, sino una película que entienda qué hace especial la franquicia. Su ambientación opresiva, su discurso sobre el poder, la libertad y el precio de tomar tus propias decisiones. Si consiguen retratar algo de esto sin meter 14 explosiones por minuto, puede que estemos ante una adaptación consecuente.
Por ahora, no hay fecha de estreno, ni tráiler, actores principales, ni nada parecido. Solo buenas intenciones y un guion que, según parece, ha conseguido convencer a los responsables de Netflix de que el proyecto es viable. ¿Qué te parece? ¿Veremos una película de ‘BioShock’ digna del mismísimo Jack Ryan? De momento nos quedamos a la espera.