Este miércoles 24 de diciembre, Papá Noel se adelantó y regaló una noche llena de partidos de gran calibre. Entre ellos se encontraba la revancha de las semifinales de la NBA Cup, en la que se enfrentaban los San Antonio Spurs de Victor Wembanyama contra los Oklahoma City Thunder de Shai Gilgeous-Alexander. Más allá del base canadiense, este duelo dejó sobre la mesa una de las grandes rivalidades de los próximos años: Chet Holmgren contra Wemby.

Esta vez el escenario no era Las Vegas, sino San Antonio, con los Spurs arropados por su afición, lo que calentó aún más el ambiente ante el actual campeón. Un choque de máxima exigencia frente a un conjunto que ha dado un salto cualitativo enorme esta temporada, además con el pívot francés jugando bajo restricción de minutos.

Un partido que se decidió en el último cuarto

Fue un encuentro muy igualado, en el que Harrison Barnes castigó desde la esquina con triples y la maestría del rookie del año de la pasada temporada, Stephon Castle, que ya juega como un veterano, se combinó con Devin Vassell para formar una dupla eléctrica. Wembanyama, por su parte, no entró hasta los minutos finales del primer cuarto, dejando destellos de calidad diferencial.

Los Thunder comenzaban el partido con la necesidad de romper la mala racha de los últimos encuentros y corregir los problemas que aparecen en sus derrotas. En la NBA no siempre se pierde por jugar mal; a veces el rival simplemente es mejor o el plan no funciona. Sin embargo, el gran problema de OKC en sus tropiezos sigue siendo el mismo: la incapacidad para cerrar partidos.

El choque llegó al último cuarto con los texanos cinco puntos arriba, pero entonces se desató la locura. Keldon Johnson (25 puntos), Castle (24 puntos), Harper (10 asistencias y 5 robos sin pérdidas) y Vassell (17 puntos) cerraron el partido ante su gente, anotando 43 puntos en solo 12 minutos ante la mejor defensa de la liga. Los líderes del Oeste se vieron incapaces de romper la defensa local. Prueba de ello fue Chet Holmgren, limitado a 7 puntos y un 30% de acierto. San Antonio despidió a los campeones al ritmo de los tambores y se fue a dormir como el mejor segundo equipo del Oeste.

¿Los campeones en crisis?

Tras un inicio fulgurante con una sola derrota en los primeros 25 partidos, en menos de una semana la idea de pelear por el histórico 73-9 de los Warriors parece más lejana. En los últimos cinco encuentros, los Thunder han perdido tres: la primera ante los Spurs en las semis de la NBA Cup, la segunda frente a los Timberwolves de Anthony Edwards y esta última, de nuevo, ante Wemby y compañía.

La sensación es que la gasolina empieza a escasear, aunque tras semejante inicio es lógico un pequeño bajón. Shai Gilgeous-Alexander sigue a un nivel superlativo y está a solo 15 partidos de superar el récord de Wilt Chamberlain de encuentros consecutivos con 20 puntos o más.

Quienes sí han bajado una marcha son el resto. En las derrotas, Chet Holmgren y Jalen Williams se han visto superados por las circunstancias, lejos de su mejor versión, mientras que el banquillo también ha dado un paso atrás. Aun así, OKC se mantiene líder del Oeste con amplia ventaja, por lo que sus aficionados pueden estar tranquilos: siguen siendo el mejor equipo de la competición.

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