El baloncesto profesional estadounidense vive un momento de expansión económica sin precedentes. La NBA 2025/26 no solo sigue siendo el escaparate global del mejor baloncesto del planeta, sino también una de las industrias deportivas con salarios más altos del mundo. El impacto mediático de la liga, los acuerdos televisivos y el crecimiento del mercado de merchandising hacen que la comparación de cuánto gana cada estrella sea un tema recurrente entre aficionados y analistas financieros del deporte.
Los mejores contratos de esta temporada
Un vistazo a la élite de los ingresos muestra que esta temporada los contratos de máximo nivel han alcanzado cifras que parecían imposibles hace apenas una década. La presencia de marcas globales, la internacionalización de la liga y la influencia cultural de figuras como Stephen Curry o Nikola Jokić no solo se reflejan en estadísticas deportivas, sino también en los cheques que cada uno recibe al final de cada mes.
Stephen Curry, base de los Golden State Warriors, ha redefinido el tiro de tres puntos en la NBA y se ha consolidado como uno de los rostros más reconocibles del deporte. Su evolución desde un tirador prometedor hasta convertirse en la cara de una franquicia campeona ha hecho que su carrera sea tan rentable fuera de la cancha como dentro de ella. Por su parte, Nikola Jokić, pívot del Denver Nuggets, se ha establecido como uno de los jugadores más completos de la historia de la liga gracias a la combinación de físico, visión de juego y regularidad que le ha valido múltiples premios consecutivos de MVP.
A medida que se analiza el sueldo de Curry y el contrato de Jokić, se hace evidente que la estructura salarial de la NBA premia no solo el rendimiento, sino la estabilidad y el valor de mercado de cada jugador. La lista de los jugadores mejor pagados 2025 refleja cómo las franquicias valoran el liderazgo, la constancia y el atractivo global de nombres propios.
El salario de Stephen Curry esta temporada está cerca de los 59,6 millones de euros, lo que se traduce en aproximadamente 4,9 millones al mes o unos 1,13 millones semanales, solo por su contrato en cancha, sin contar ingresos adicionales por patrocinio y otras actividades comerciales.
Nikola Jokić sigue de cerca, con un salario próximo a los 55,2 millones de euros por temporada, equivalente a cerca de 4,6 millones de euros al mes y unos 1,06 millones cada semana. Joel Embiid, pivot de los Philadelphia 76ers, iguala esta cifra, mientras que figuras veteranas como Kevin Durant, Giannis Antetokounmpo, Jayson Tatum o Jimmy Butler rondan también los 54–55 millones anuales según varias estimaciones de mercado.
Ingresos más allá de la cancha
Estos ingresos amplían el cuadro económico. Curry, por su impacto global, colecciona acuerdos con patrocinadores de primer nivel, campañas publicitarias y líneas de productos que suman millones adicionales a su fortuna personal. Su carrera es un caso de estudio sobre cómo la notoriedad deportiva puede traducirse en valor de marca. Jokić, por su parte, ha ido construyendo una presencia internacional más discreta, pero igualmente rentable: acuerdos con marcas europeas y proyectos de visibilidad en mercados emergentes complementan su salario deportivo.
Otros jugadores del top salarial también multiplican sus ingresos mediante estrategias comerciales diversas. Joel Embiid, por ejemplo, ha ampliado su presencia en redes sociales y colaboraciones con empresas tecnológicas y de moda; Giannis mantiene vínculos sólidos con patrocinadores internacionales gracias a su estatus de MVP y presencia en grandes eventos. Esos ingresos extra forman parte de la fortuna de los principales jugadores de la NBA 2025, que a menudo supera ampliamente lo que su ficha deportiva muestra en los contratos públicos.
El estilo de vida de estas superestrellas también refleja el ecosistema económico en el que se mueven. Curry ha invertido en bienes raíces de lujo en múltiples ciudades y ha expandido su presencia en negocios relacionados con entretenimiento y fitness. Jokić, más reservado, mantiene un perfil más clásico, con inversiones centradas en activos financieros y propiedades en su país natal y Estados Unidos. Ese contraste también define cómo cada uno percibe el éxito económico en el deporte moderno.