En pleno descenso al abismo, parece que hay un momento en el que este se detiene, en el que uno cree que no puede caer más. Sin embargo, el Manchester United demuestra cada semana que eso tan solo es un espejismo mientras la caída continúa. El histórico equipo inglés, el más laureado, el segundo con más Champions, el que un día fue de Rooney, Cristiano Ronaldo, Ryan Giggs, David Beckham, Río Ferdinand o Paul Scholes, es incapaz de levantar cabeza desde la marcha del capitán de aquel barco, Sir Álex Ferguson.

Los ‘red devils’ han caído eliminados de la Carabao Cup en primera ronda ante un equipo de cuarta división en penaltis. Una de las ya habituales ‘disaster class’ de André Onana, sumada a un juego pobre y falto de efectividad del equipo dirigido por Rúben Amorim, terminaron derivando en uno de los mayores ridículos de la historia del club. El verdugo del United, el Grimsby Town, se llegó a poner 2-0 arriba, teniendo el cuadro mancuniano que tirar de épica para empatar el partido. El entrenador portugués empleó la táctica que se ha convertido ya en rutinaria: balones a Maguire, y este firmó el tanto de la igualada en el minuto 89.

Lo que parecía que iba a convertirse en una remontada del Manchester United terminó con una tanda de penaltis interminable (se lanzaron 13 por equipo) en la que se impuso el Grimsby tras fallar Mbeumo. La campanada ya estaba dada y la afición local invadió el estadio rebosante de felicidad para celebrar con los suyos. “Los jugadores del United hablaron alto hoy. Creo que el fútbol es muy justo; ganó el mejor equipo”, señaló Amorim al término del encuentro visiblemente decepcionado. Uno de los héroes del Grimsby, el guardameta Christy Pym, dejó uno de los momentos más divertidos de la noche al declararse fan de los ‘red devils’: “Soy aficionado del Manchester United, así que estoy medio cabreado”.

¿Quién es el Grimsby Town?

El Grimsby Town es un equipo de la localidad inglesa de Cleethorpes. Antiguamente, la localidad estaba destinada a los pescadores, pero se ha reconvertido en un buen destino turístico. Se fundó en el año 1878 y permaneció en primera división entre 1901 y 1948, años en los que consiguió llegar incluso a unas semifinales de la FA Cup.

El club milita actualmente en la League Two (cuarta división), y lleva en la categoría desde que ascendió de la National League hace cuatro temporadas. Tras eliminar al Manchester United, publicaron en redes sociales un divertido tweet que acumula más de 150.000 likes: “has sido abofeteado por el pez”, en referencia al mote del equipo.

El United continúa en plena caída

Desde la marcha de Ferguson, el Manchester United ha gastado 1.678 millones de euros buscando recuperar la gloria perdida. Sin embargo, ninguno de los proyectos de la entidad ha fructificado. Por su banquillo han pasado multitud de entrenadores en las últimas doce temporadas, tan solo logrando siete títulos en ese periodo. Números muy pobres para un club históricamente ganador.

A esta inestabilidad deportiva se suma una gestión institucional muy cuestionada. La familia Glazer, propietaria del club desde 2005, ha sido duramente criticada por el endeudamiento de la entidad y por priorizar los beneficios comerciales por encima del éxito deportivo. El club ha multiplicado sus ingresos gracias a patrocinios globales, pero esa bonanza no se ha traducido en un proyecto sólido dentro del terreno de juego.

La política de fichajes ha sido otro de los grandes problemas. El United ha gastado cifras astronómicas en jugadores que no han cumplido las expectativas. En muchos casos, las decisiones parecían más motivadas por el impacto mediático que por la coherencia deportiva. Esto ha generado una plantilla descompensada y con bajo rendimiento en comparación con el dinero invertido.

Mientras tanto, sus grandes rivales han aprovechado la decadencia. El Manchester City se ha consolidado como el gran dominador del fútbol inglés y europeo bajo Pep Guardiola, mientras que Liverpool, Chelsea e incluso el Arsenal han vivido ciclos más exitosos que los “red devils”. En la Premier League, el United no ha vuelto a levantar el título desde 2013, y en la Champions League ha pasado de ser un habitual en las fases finales a un equipo irregular.

El resultado es una pérdida de identidad. El club que en tiempos de Ferguson combinaba cantera y fichajes estratégicos, y que imponía respeto en toda Europa, se ha convertido en una institución en permanente reconstrucción. Los aficionados, frustrados, reclaman un cambio profundo de rumbo que devuelva al Manchester United a la élite futbolística, aunque después de más de una década de tropiezos, la solución parece lejana.

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