Lamine Yamal ha compartido uno de los capítulos más difíciles de su vida personal: las horas de incertidumbre y angustia después de enterarse de que su padre había sido apuñalado en Mataró. El delantero del FC Barcelona lo ha relatado en una entrevista con José Ramón de la Morena en Resonancia de Corazón, donde ha confesado cómo, siendo apenas un adolescente, le tocó vivir en primera persona la tensión de aquel episodio.
El jugador ha recordado que la noticia le ha llegado cuando volvía de comprar ropa, acompañado por un primo. “Me llamó mi prima y me lo contó. Me empezaron a llegar más llamadas. Yo era un niño y lo primero que quise hacer era bajarme del coche e ir a la estación para llegar a Mataró y ver la situación. No me dejaron ir. Me llevaron a casa y me encerraron. No me dejaron salir”, ha explicado.
Esa noche la pasó atrapado entre la impotencia y la preocupación, con el teléfono como única vía de información. Al día siguiente acudió a entrenar y pudo hablar con su padre. “Me dijo que todo estaba bien. Le fui a ver al hospital y todo se tranquilizó”, ha relatado. Pese a la calma posterior, reconoce que aquellas horas se le quedaron grabadas como una cicatriz en su memoria.
Lamine, sobre su madre: “Es mi reina, lo que más quiero. Es todo lo que un niño puede pedir”
Pero la conversación no se ha limitado a ese episodio doloroso. Yamal ha querido también poner en valor la figura de su madre, a la que ha definido como su mayor referente. Ha recordado, entre risas y nostalgia, las discusiones que han mantenido cuando él apenas era un niño con un sueño desbordante. “Siempre quería que estudiara y me decía que si no lo hacía no me dejaría ir a jugar. Hasta que un día estando en La Masía le dije: ‘Mamá, voy a ir al cole, pero no voy a hacer nada. Voy a prepararme para el entrenamiento de la tarde’. Me dijo que qué estaba diciendo, que qué me había tomado... Le dije que si me centraba iba a ser futbolista. Me siguió echando broncas todos los días porque quería que estudiara. Me la echó incluso hasta el día en que debuté porque decía que tenía que estar estudiando. Pero llegó un momento en que me entendió. Era mi sueño y lo perseguí”.
El vínculo con su madre se ha reflejado también en la forma en que él ha querido devolverle parte de lo que ella le ha dado. Yamal ha contado cómo ha sido ella quien ha elegido la casa en la que ahora vive la familia, tras años de apreturas económicas. “Le pregunté la zona y le dije que la que ella quisiera. Ahora veo la sonrisa de mi madre. Veníamos de estar en un piso donde la cocina y la habitación estaban en un mismo sitio. Veo ahora a mi madre feliz. Que mi hermano pueda tener la infancia que yo habría deseado, es lo que más feliz me hace. Mi padre está tranquilo en su casa, mi madre puede tener lo que quiera. Es mi reina, lo que más quiero. Es todo lo que un niño puede pedir”.