Este martes 2 de diciembre, 'Las Guerreras' comandadas por Ambros Martín, se enfrentan ante un viejo conocido. El excompañero en la selección del entrenador lanzaroteño, José Ignacio Prades, se convirtió hace unos pocos meses en el capitán de la reconstrucción de la selección de Serbia. Ahora, los que en su momento fueron compañeros, se miden por un puesto en la fase final del Mundial de balonmano femenino.

Como último antecedente entre ambos conjuntos, tenemos el partido que se dio hace menos de dos semanas, en el que España tuvo que remontar un partido complicado. "No va a ser fácil el choque de hoy, porque además tienen la ventaja del conocimiento tan directo que tiene José Ignacio Prades sobre nosotras”, reflexiona la capitana española, Alicia Fernández

Un primer puesto merecido

La selección arrancó el Mundial con fuerza: en su primer partido, venció con autoridad a Paraguay por 26‑17, demostrando su ambición y queriendo dejar atrás el bache de los últimos torneos. La defensa sólida y la actuación destacada de la portera (junto al acierto ofensivo) permitieron encarrilar el triunfo y mandar un aviso de que las “Guerreras” no van de paseo. 

Sin embargo, no todo ha sido sencillo: en la segunda jornada, cayeron sorprendentemente ante Islas Feroe por 25‑27, un golpe inesperado provocado en parte por una actuación sobresaliente de la portera rival y por un bajón defensivo y ofensivo tras el descanso. Ese traspié puso en peligro su continuidad, pero a la vez evidenció las carencias de un grupo en proceso de reconstrucción. Pero la reacción fue contundente: en su partido decisivo ante Montenegro, España volvió a mostrar su mejor versión, con solidez defensiva, claridad ofensiva y una actuación sobresaliente de sus jugadoras (como Alicia Fernández, autora de ocho goles), que permitió ganar 26‑31. Así, las españolas lograron el primer puesto en su grupo y accedieron a la siguiente fase con esperanza renovada.

Se avecina lo más complicado

Tras una buena fase de grupos (salvo esa inesperada derrota ante las Islas Feroe), ahora arranca la parte más complicada del certamen. Los equipos viajan a Dortmund para afrontar esta nueva fase del torneo. La selección española se medirá: en primer lugar, a la Serbia de Prades, dos días más tarde a Islandia y finalmente se medirán ante la anfitriona del torneo, la apisonadora alemana, que se postula a ser la selección más peligrosa del torneo, quedando como primera de grupo y arrollando a todos los rivales a los que se ha enfrentado.

"La idea es continuar de esta manera, no especular con el que será después, no especular con ningún tipo de resultado, sino que en cada uno de los partidos lo afrontemos con esta mentalidad guerrera auténtica. En ataque seguimos jugando de manera brillante, Pero la defensa ha dado un paso adelante bastante importante", analizó Ambros Martín tras la victoria ante Montenegro. 

Ahora España está en situación de pelear por acabar entre los ocho mejores, por redimirse de los grandes últimos torneos, donde no acababa siquiera entre los diez mejores, tocando fondo en los Juegos Olímpicos de París, donde acabó en la última posición (12) sin lograr ni un punto. La recuperación ha comenzado.

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