Hace poco más de un año, el Girona arrancaba una temporada ilusionante e histórica al disputar por primera vez la UEFA Champions League. La plantilla entrenada por Míchel, pese a perder a varios jugadores que fueron clave para lograr la clasificación como Dovbyk, Aleix García, Savinho, Yan Couto o Eric García, mantuvo en el primer tramo la entereza competitiva tanto en LaLiga como en la Copa de Europa, donde no se dejó ir en ningún momento a pesar de la mala fortuna transformada en resultados negativos.
Una más que notable primera vuelta en la que finalizó a solo dos puntos de puestos Champions dio paso a una pesadilla que se antojaba interminable: en la segunda mitad de la temporada, solo Las Palmas y Valladolid hicieron menos puntos que un Girona que sufrió de lo lindo para mantener la categoría. El equipazo que Míchel había construido solo un año antes se cayó por completo, víctima de un calendario cargado y una mala planificación deportiva, con fichajes que no se acercaron al rendimiento esperado.
El verano, acompañado del mercado estival, parecía una oportunidad perfecta para resetear y reforzar la plantilla, pero el arranque de LaLiga ha terminado por destrozar los pocos resquicios que podían quedar de aquel Girona que enamoró con su juego vistoso y ofensivo. Dos ‘palizas’ frente al Rayo Vallecano y el Villarreal que dejan muy tocado al club catalán. A eso hay que sumarle un mercado más que discreto, con fichajes de futbolistas que ya han jugado sus mejores partidos (Witsel, Lemar y Álex Moreno) y otros que aún están muy verdes (Hugo Rincón y Vitor Reis), además de la pérdida de Miguel Gutiérrez, que se ha marchado al Nápoles.
La “buena noticia” es que la ventana de transferencias continuará abierta una semana, lo que ofrece algo de tiempo para la reacción de un equipo que, por el momento, no tiene vida. El equipo de Míchel, que cambió a medio equipo del que cayó ante el Rayo Vallecano, no tuvo opción frente a un Villarreal que apenas necesitó 28 minutos para cerrar el partido con cuatro goles.
Míchel, decepcionado con su equipo
La goleada en Vila-real trajo consigo una ‘rajada’ del técnico madrileño, que se mostró decepcionado con la actuación de su equipo: “La imagen ha sido muy mala. Cuando no compites al 100% te pasan por encima y no hay que darle más vueltas. Tengo la sensación de que jugamos con el orgullo y el respeto de la gente y hoy no hemos hecho el trabajo que debíamos”.
En cuanto a la situación de la plantilla, habló de forma clara y visiblemente molesto: “Estamos empezando, pero para formar un equipo hay que empezar a creer y la sensación que tengo es que hoy no queríamos. El Villarreal se ha sentido muy cómodo. Solo puedo pedir disculpas y reflexionar sobre el fútbol, porque hay que vivir con orgullo y no puede ser que en el mercado estén muchos nombres por ahí pululando”.
Desveló lo que les dijo a sus jugadores al descanso de un partido en el que ‘no le representaron’: “Me siento decepcionado, lo he dicho al entrar al descanso. Siempre intento dar lo mejor para mi club y para mi gente, pero les he dicho que hoy no me sentía representado por ellos y cuando un entrenador siente eso es muy difícil”. Además, advirtió que el ruido de fuera no les hace bien: “El ruido de fuera no nos puede condicionar y nos está condicionando. Es normal que la afición se sienta mal y las dudas de fuera llegan porque dentro no estamos centrados. Con pasión se puede competir en el fútbol, si no es muy complicado”.
El Girona necesita refuerzos
Para solventar la situación, la dirección deportiva de Quique Cárcel debe mirar al mercado, aunque no son muchos los nombres que suenan para reforzar la plantilla. Se habla del fichaje de un delantero, ya que Miovski se encuentra próximo a abandonar el club y Abel Ruiz está lesionado. Para la posición suena Vladyslav Vanat, del Dinamo de Kiev, que ha anotado más de 20 goles en la última campaña.
También se rumorea que el club ha tanteado el regreso de Bryan Gil a la entidad, pero lo que parece más próximo es una nueva salida. El central checo, Ladislav Krejci, lo tendría hecho con el Wolverhampton según el periodista, Fabrizio Romano. La operación se cerraría en unos 30 millones de euros en lo que supone un nuevo golpe para un club que necesita una reacción inmediata si quiere mantenerse en Primera División otra temporada.