Uno, cuando termina su etapa académica, piensa que los exámenes ya son cosas del pasado y más para un futbolista que desde bien pequeño ya orientan su vida para centrarse única y exclusivamente en este deporte. Pero este no es el caso del Inter de Milán, en donde su actual técnico, Cristian Chivu, ha sometido a todos los jugadores de la plantilla a un examen de conocimientos futbolísticos y tácticos.

Todo el mundo espera que los futbolistas tengan cierto nivel en este sentido, no que sean todos como Pep Guardiola, pero que tengan más conocimientos tácticos y estratégicos que la mayoría de personas, ya que al fin y al cabo, es su trabajo.

Un jugador salió bastante escaldado

El entrenador rumano aplicó una evaluación interna enfocada en el llamado “Football IQ Test”, destinada a medir la lectura de juego, la toma de decisiones y la comprensión táctica en distintas situaciones reales de partido. El ejercicio, que se implementó como parte del trabajo para consolidar ideas de juego y velocidad mental en campo, produjo un resultado que sorprendió al entorno nerazzurro: Davide Frattesi obtuvo la calificación más baja entre los futbolistas evaluados.

A pesar de su estatus dentro del plantel (forma parte del Inter, campeón de Serie A y ha tenido momentos decisivos en campañas recientes, como sus goles importantes en competiciones europeas) el resultado del test colocó a Frattesi en el nivel más bajo de la evaluación.

Este resultado no implica sanciones ni cambios automáticos en su rol dentro del equipo, pero sí sirve como referencia para el cuerpo técnico al momento de planificar trabajos individuales y colectivos que busquen mejorar la comprensión del modelo de juego que Chivu pretende consolidar en la primera plantilla.

¿Qué es lo que realmente demuestran estos test?

El llamado Football IQ Test no es un examen académico ni médico, sino una herramienta interna de análisis diseñada para valorar la capacidad de un jugador al interpretar jugadas, elegir movimientos y resolver situaciones bajo presión, especialmente en contextos tácticos complejos.

Este tipo de pruebas se utiliza en algunos clubes profesionales para detectar áreas de mejora tanto en la comprensión colectiva del sistema de juego como en la adaptación individual de cada futbolista, ayudando al cuerpo técnico a ajustar conceptos y tareas específicas durante la preparación semanal.

Este es un procedimiento poco habitual entre los equipos, ya que se prioriza el estado físico. Sí que es cierto que tener un mayor IQ sobre las distintas situaciones que pueden llegar a ocurrir en un terreno de juego, ayudan a mejorar en cierta parte los resultados de los partidos, ya que los jugadores están más preparados ante lo que puede pasar en un partido. ¿Crees que esto deberían implantarlo en el resto de equipos del mundo?

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio