La delegación española ha concluido su participación en Lublin 2025 con un total de seis medallas: tres oros, una plata y dos bronces. Este cierre brillante confirma el resurgir del equipo nacional después de una temporada exigente.
Las nuevas preseas llegaron en la última jornada: Alba Vázquez ha logrado la plata y Emma Carrasco el bronce en los 400 metros estilos femenino, consolidando el talento femenino de cara al futuro. Además, el relevo masculino del 4x50 metros estilos ha conseguido un meritorio bronce que ha puesto la guinda final al medallero español.
Alba y Emma ponen el broche a un torneo grandioso
En una final disputada, Alba Vázquez y Emma Carrasco han confirmado su progresión al ocupar los dos primeros puestos españoles en la final de 400 metros estilos. Vázquez ha sido segunda, mientras que Carrasco ha entrado tercera, un doblete que ha reflejado el buen nivel de la natación femenina española.
Pese a que no han logrado el oro (que ha ido para una nadadora local, con ventaja en el tramo final), ambas nadadoras han nadado por debajo de sus marcas anteriores, lo que otorga valor al resultado. El podio ha sido celebrado como un signo de esperanza de cara al futuro, especialmente pensando en las próximas citas olímpicas.
Relevo y remontada
El equipo masculino del relevo 4x50 estilos ha firmado una actuación memorable con un bronce como recompensa. El relevo estuvo formado por nadadores como Sergio de Celis, Hugo González, Carles Coll e Iván Martínez Sota. Lo llamativo ha sido la remontada en los últimos metros: España ha recuperado terreno en la posta final, arrebatando la medalla por apenas centésimas. El resultado ha generado júbilo y demuestra que el equipo tiene solvencia en pruebas de conjunto, un aspecto clave para el crecimiento de la natación nacional.
Con seis medallas en total, este Campeonato Europeo de piscina corta ha supuesto para España un empujón moral y deportivo importante. El éxito no solo se mide en metales, sino en la cantidad de finalistas, marcas personales mejoradas y la presencia tanto de nadadores consolidados como de jóvenes promesas.
El resultado refuerza la confianza de la delegación española y envía un mensaje claro de ambición. La combinación de medallas en individuales y relevos demuestra que el equipo es competitivo en diversas disciplinas, un buen augurio de cara a los retos que se aproximan —como las grandes citas internacionales y los Juegos Olímpicos próximos.