Eric García ha pasado de ser una promesa discutida a una certeza indiscutible. Y lo ha hecho en silencio, sin grandes titulares ni discursos grandilocuentes, pero acumulando minutos, responsabilidad y confianza hasta convertirse, hoy, en uno de los nombres propios del FC Barcelona de Hansi Flick. La temporada 2025/26 no solo lo ha asentado en la élite: lo está consagrando.

De central de futuro a foco de dudas

Cuando Eric García regresó al Barça en el verano de 2021 procedente del Manchester City, lo hizo con una etiqueta pesada: la de central del futuro. Formado en La Masia, avalado por Guardiola y fichado para liderar la defensa durante años, el contexto no era sencillo. El equipo estaba en plena transición y cada error se amplificaba.

Sus dos primeras temporadas en el primer equipo fueron una montaña rusa. Alternó partidos sólidos con actuaciones irregulares y episodios que marcaron su relato público. La expulsión ante el Benfica en Champions o el penalti cometido frente al Eintracht de Frankfurt en los cuartos de la Europa League de 2022 se convirtieron en imágenes recurrentes para sus detractores. En redes y tertulias empezó a circular un apodo irónico que parecía condenarlo: “Error García”, incluso “Káiser”, usado más como sarcasmo que como elogio.

El máster en Girona con Míchel

El punto de inflexión llegó lejos del Camp Nou. En la temporada 2023/24, Eric aceptó una cesión al Girona que acabaría siendo decisiva. Bajo las órdenes de Míchel, encontró un contexto ideal: un equipo valiente, bien trabajado y que le exigía tanto con balón como sin él.

El resultado fue una temporada sobresaliente. El Girona firmó un histórico tercer puesto en Liga y Eric García se consolidó como uno de los defensas más fiables del campeonato. Mejoró en lectura defensiva, en liderazgo y en toma de decisiones. Ya no era solo un central correcto con balón: era un futbolista completo, capaz de jugar como central, lateral derecho o incluso mediocentro, sin desentonar. Aquella cesión no fue un paréntesis. Fue un aprendizaje acelerado. Un máster en la élite.

Regreso al Barça… y otra vez la duda

Tras su gran año en Montilivi, Eric regresó al FC Barcelona en el verano de 2024 cargado de expectativas. Sin embargo, la realidad volvió a ser esquiva. No encontró un destino firme para salir y se quedó en la plantilla, pero Hansi Flick apenas contó con él en la primera mitad de la temporada 2024/25. Su participación fue testimonial y, durante el mercado de invierno, su salida estuvo muy cerca de concretarse.

Ahí apareció una escena clave. Flick le trasladó personalmente su confianza y le pidió paciencia. Eric se quedó. Y el fútbol, esta vez, le devolvió la apuesta. La ironía quiso que uno de los momentos fundacionales de su transformación llegara en el estadio del Benfica, un lugar marcado por su pasado. Allí, donde años antes había sido expulsado, Eric García firmó en los 15 minutos que jugó una actuación sólida, madura, sin estridencias e incluso, con gol. 

El propio jugador reconoció en una entrevista al diario Sport la importancia que tuvo para él ese partido: "Entras el día del Benfica, metes el gol, el equipo remonta. Hay estos partidos que no sabes por qué, pero te cambian un poco la situación y a partir de ahí creo que supe aprovechar mis oportunidades y ganarme la confianza del míster. El partido del cambio fue el día del Benfica, porque estaba ahí el mercado abierto aún. Ese partido creo que cambió todo un poco".

Desde ese partido, el contexto cambió. Las lesiones en la plantilla le abrieron la puerta de la titularidad y Eric no la cerró. Fue clave tanto en Champions League como en Liga, aportando equilibrio, salida limpia de balón y fiabilidad defensiva. Flick empezó a utilizarlo como una pieza táctica esencial, adaptándolo a distintas posiciones según las necesidades del partido.

La consagración definitiva

El inicio de la temporada 2025/26 ha terminado de sellar su metamorfosis. Eric García no solo es titular: es el jugador con más minutos disputados de toda la plantilla. Un dato que explica mejor que cualquier adjetivo el nivel de confianza que ha ganado dentro del cuerpo técnico.

Hoy es una pieza clave en el esquema de Flick, un futbolista polivalente, fiable y con jerarquía. Las críticas han dado paso a los aplausos. Las dudas, a las ovaciones. El sarcasmo ha desaparecido del discurso público. Eric García ha logrado algo especialmente difícil en el Barça: cambiar el relato. Pasar de ser señalado a ser imprescindible. De cargar con errores pasados a construir un presente sólido. Y hacerlo sin estridencias, partido a partido, hasta ganarse un sitio estable en la élite.

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