Pocos sucesos en la historia del fútbol han sido tan dramáticos como el que destruyó a una de las generaciones más prometedoras de este deporte: el desastre aéreo de Múnich en 1958. El Manchester United, dirigido por Matt Busby, gozaba de una plantilla con apenas 22 años de media de edad y era serio candidato para llevarse todos los títulos de la temporada. Habían logrado dos ligas consecutivas en los años 1956 y 1957, lo que les daba derecho a disputar la novedosa copa de Europa. El 5 de febrero de 1958, los ‘red devils’ se midieron en el partido de vuelta de cuartos de final al Estrella Roja en Belgrado. El 3-3 con el que se zanjó el encuentro llevaba a los ingleses a las semifinales de la competición y la ilusión estaba presente en el club al contar con una generación dorada de futbolistas. Al día siguiente, los ‘Busby Babes’ debían volver a Manchester, algo que no sucedió.
El avión de regreso a Inglaterra hizo escala en Múnich para repostar. La pista estaba helada cuando la expedición se dispuso a ponerse de nuevo en marcha. Al tercer intento de despegue, el avión no pudo alcanzar la altura necesaria para el vuelo y se estrelló. Aquel 6 de febrero de 1958 fallecieron 23 personas que iban en el ‘Elisabethan’ entre las que se encontraban 8 jugadores de la plantilla: Geoff Bent, Roger Byrne, Eddie Colman, Duncan Edwards, Marco Jones, David Pegg y Tommy Taylor. También perdieron la vida 9 periodistas, 3 miembros del cuerpo técnico, dos de la tripulación y un aficionado.
Entre los 21 supervivientes, se encontraban el entrenador, Matt Busby y la leyenda inglesa, que por aquel entonces era un joven prometedor de 20 años, Bobby Charlton. Para Charlton, uno de los fallecidos, Duncan Edwards, estaba llamado a ser uno de los mejores jugadores del mundo. Aguantó con vida dos semanas más que el resto de sus compañeros, ya que falleció en el hospital. Este hecho sacudió a toda Inglaterra, no solo por la gravedad del mismo si no porque los ‘Busby Babes’ se habían convertido en iconos del país.
La reconstrucción de un gigante europeo
Tras perder prácticamente a la mitad de la plantilla, el Manchester United se vio obligado a recomponer el equipo. Jimmy Murphy, ayudante de un malherido Matt Busby, fue el encargado de hacerlo. Murphy no estuvo en aquel avión por motivos laborales y, en la medida de lo posible, se encargó de que los ‘red devils’ compitieran hasta el final de la temporada.
13 días después del accidente aéreo, el combinado inglés volvió a disputar un partido. El técnico utilizó a jugadores del equipo reserva y juvenil, junto con los supervivientes Harry Gregg y Bill Foulkes para completar la plantilla. Ese encuentro contra el Sheffield Wednesday se convirtió en un homenaje para los fallecidos en la tragedia y se saldó con un contundente 3-0 a favor, pero aquel resultado fue un espejismo.
Como era de esperar, el equipo no pudo mantener el ritmo en liga y acabó la temporada noveno. En semifinales de la copa de Europa, el United le plantó cara al Milán venciendo en Old Trafford 2-1, pero cayó en San Siro con un 4-0 en contra. También llegó a la final de la FA Cup, aunque los ‘red devils’ no pudieron alzarse con el título.
Entrando en el Olimpo futbolístico
El entrenador, Matt Busby, se reincorporó al equipo pese a haber recibido la extremaunción hasta dos veces. El Manchester United tuvo que volver a empezar. En 1962 llegó al club Dennis Law y al año siguiente, con 17 años, debutó George Best. Junto a Bobby Charlton formaron una de las mejores tripletas de la historia del fútbol. 10 años después del desastre de Múnich, de la mano de las tres leyendas red y con Busby aún en el banquillo, el United conquistó la competición que originó la tragedia y se convirtió en el primer club inglés en ganar la copa de Europa. Bobby Charlton y Bill Foulkes fueron los únicos integrantes de aquella plantilla que estuvieron presentes en el accidente aéreo.
La historia del Manchester United siguió triunfal, convirtiéndose en el club que más campeonatos ligueros ha conquistado en Inglaterra. Además de la de 1968, en sus vitrinas hay otras dos copas de Europa, las conseguidas en 1999 y 2008. Por Manchester han pasado leyendas como Cristiano Ronaldo, David Beckham, Wayne Roonie o Ryan Giggs, pero hay un reloj en Old Trafford que siempre marcará las 15:04 del 6 de febrero de 1958 y todo un planeta que se pregunta: ¿Qué hubiera sido de los ‘Busby Babes’?