Ya lo dijo Jordi Évole al principio del debate, “no sé si va a despertar el mismo interés que el primero. Tengo la sensación de que la sociedad está un poquito harta de la política en general”. Y el presentador de Salvados acertó.
La segunda ronda del debate entre Pablo Iglesias y Albert Rivera fue vista por dos millones menos de espectadores que su encuentro hace ya ocho meses. Según datos de Kantar Media para Vertele, el único debate entre dos candidatos a la presidencia de esta campaña electoral fue seguido por 3.237.000 espectadores, cosechando un 18.2% de cuota de pantalla.
Brusca caída
Frente a los 5.214.000 espectadores y el 25,2% de cuota de pantalla que lograron en octubre, el dato del bronco y tenso debate de este domingo entre Iglesias y Rivera mostró el hartazgo de la audiencia con los temas políticos que copan casi la totalidad de la programación en algunas cadenas.
La política cansa
Esta tendencia en la caída se viene observando durante toda la precampaña. Si el pasado otoño los dos líderes de los nuevos partidos eran el principal foco de atención, con datos de audiencia tan impresionantes como la primera ronda de este debate, ahora han dejado de atraer.
También lo vimos la semana pasada cuando Iglesias y Rivera estrenaron, por separado, el programa de Telecinco donde fueron entrevistados por niños. El líder de Podemos, en la misma noche que estuvo con Susanna Griso, aglutinó al 12,1% de la audiencia y 2.200.000 espectadores. Rivera por su parte, no alcanzó a Iglesias cosechando un 11,3% de cuota de pantalla y 2.020.000 espectadores.
Con respecto a sus competidores, el debate fue con diferencia en esa franja horaria lo más visto, seguido por La Película de la Semana de TVE (10.4%) y Supervivientes: El debate Express (9.5%).