Un nuevo estudio revela lo que los trabajadores sufrieron en sus propias carnes: los salarios perdieron poder de compra en 2022. El salario medio se situó el pasad año en los 1.882 euros mensuales, cantidad que, aún siendo un máximo histórico, es insuficiente para contrarrestar el encarecimiento de la vida. La cuantía que los trabajadores perciben por el desempeño de su actividad laboral ha crecido, pero la inflación ha elevado por encima el coste de los bienes y servicios hasta tal punto que el poder de compra de los salarios cayó un 4% el pasado año.
El retroceso es más sangrante en comparación con las cifras de 2008, año de la crisis financiera. El salario español pierde un 7% de poder de compra con respecto a ese momento, según refleja el informe del Grupo Adecco. La caída de los salarios se extiende a todos los sectores económicos, castigando en mayor medida a aquellos con menor cualificación y mayor precariedad.
El informe refleja una pérdida de poder de compra entre 2016 y 2018 (-2,2%) seguida de una recuperación parcial en 2019 (+1,4%). En el año 2020 se produce una nueva caída (-2,7%), seguida de nuevo por una recuperación en 2021 (+3,4%). A esto se suma la caída del 4% de 2022 que ha dado la puntilla a los trabajadores, que ven su poder de compra mermado un 2,5% a lo largo de los últimos cinco años.
Todos los sectores pierden capacidad de compra
El salario medio del sector Servicios es el que más ha crecido en el año 2022 (+4,3%), tres décimas por encima de la media nacional, seguido del de la Industria (+3,4%) y la Construcción (+2,9%). El salario medio industrial en 2022 alcanza los 2.040 euros mensuales, su máximo valor histórico; el de la Construcción es de 1.751 euros mensuales, el valor más alto desde 2008; y el del sector Servicios se sitúa en los 1.790 euros mensuales, el valor máximo para este sector.
No obstante, los incrementos han sido insuficientes y todos han pedido poder de compra. La Construcción fue la más perjudicada, con una reducción del 5% que se traduce aproximadamente en 1.022 euros al año. La Industria, también por encima de la media, experimentó un descenso del 4,6%, lo que equivale a 1.088 euros. La pérdida menos agudizada la experimentó el sector Servicios donde, con un descenso del 3,8%, la merma sufrida por los trabajadores asciende hasta los 772 euros.
La evolución acumulada del poder de compra a lo largo del período 2017-2022 muestra que la Industria es la más afectada con una reducción del 6,3%, seguida de una pérdida de capacidad adquisitiva del 4,4% en Construcción y del 1,4% en Servicios. Atendiendo al bolsillo del trabajador, en la Industria entre la pérdida en este periodo equivale a aproximadamente 125 euros por mes (1.504 euros menos al año). Por su parte, la pérdida de esta en la Construcción equivale a casi 74 euros mensuales (885 euros/año), mientras que en Servicios supone una pérdida de casi 24 euros mensuales (285 euros/año).
Diferencias entre grandes y pequeñas empresas
En términos de tamaño empresarial, los salarios de los trabajadores crecen simultáneamente con la magnitud de las empresas. Así, frente al promedio general de 1.822 euros por mes, las empresas de gran tamaño (200 o más trabajadores) logran una remuneración media de 2.127 euros mensuales, es decir, 305 euros por encima de la media. En cambio, las empresas pequeñas (entre 1 y 49 trabajadores) se sitúan en una media de 1.549 euros por mes (273 euros por debajo de la media), y las empresas de tamaño medio (entre 50 y 199 empleados) alcanzan los 1.919 euros (97 euros por encima de la media).
Así, la diferencia salarial entre las empresas de mayor tamaño y las más pequeñas en 2022 es de aproximadamente 578 euros por mes (6.939 euros/año). “Esta brecha expresada en términos porcentuales equivale al 37%, mientras que en 2021 fue del 41% y, si nos remontamos a 2017, era del 45%. Por tanto, la remuneración media de las pequeñas empresas está evolucionando mejor que la de las empresas grandes”, explica Adecco en su informe. En esta línea continua el análisis, matizando que el pagar más salarios “no significa necesariamente que el poder de compra asociado a las remuneraciones de las grandes empresas evolucione de forma más favorable”.
De hecho, en el periodo 2017-2022, el poder adquisitivo de las empresas más grandes ha sido el más perjudicado (-6,1%). En contraste, han sido las empresas pequeñas las que han perdido menor capacidad de compra (-0,8%), seguido de las empresas de tamaño medio (-3,2%). Al poner el foco en el último año, las empresas grandes continúan siendo las más perjudicadas (-5,3%) con respecto a 2021, seguido de las empresas de tamaño medio (-4,1%) y pequeño (-2,7%).