Mientras China ha sido un productor barato del resto de tecnologías mundiales no ha habido problemas y la globalización era considerada una bendición para el crecimiento mundial. Pero cuando China ha pasado de plasmar en los productos “Fabricado en China” a “Fabricado por China”, las cosas han cambiado, sobre todo cuando ha mostrado su liderazgo en la tecnología de comunicaciones 5G.

El 5G aumentará exponencialmente la velocidad de conexión y reducirá al mínimo la latencia (el tiempo de respuesta de la web). Además, multiplicará el número de dispositivos conectados por lo que estaremos conectados a todo, todo el día, y en el menor tiempo posible. Un informe del gestor de fondos Fidelity apunta que todo surgió  con el estudio del Departamento de Defensa de EE.UU. titulado The 5G Ecosystem: Risks & Opportunities, publicado en abril de 2019. Ahí comenzaron los problemas para la china Huawei por su liderazgo en tecnología sobre la nueva red. Y además, la principal conclusión de este informe es la importancia del liderazgo en las tecnologías de la comunicación como clave para el crecimiento económico.

El amplio estudio de Defensa apoyaba esta tesis en que Europa consiguió ventajas competitivas por ser pionera en 2G, Japón en 3G y EE.UU. en 4G, y cómo el liderazgo en estas tecnologías se tradujo en considerables efectos beneficiosos para sus economías. También pronostica que el liderazgo en 5G producirá recompensas similares, aunque a mayor escala, y reconoce el liderazgo de China en esos momentos.

El informe recoge textualmente que “El paso al 5G conllevará los mismos riesgos y recompensas potenciales que las transiciones a las generaciones anteriores pero a una escala aún mayor. El líder en 5G podría conseguir cientos de miles de millones de dólares en ingresos durante la próxima década y una creación de empleo generalizada en todo el sector de las tecnologías inalámbricas. El 5G tiene potencial para revolucionar también otros sectores, ya que las tecnologías como los vehículos autónomos, por ejemplo, se beneficiarán enormemente de las transferencias de datos más rápidas y con mayores volúmenes... El país que posea el 5G será el propietario de muchas de estas innovaciones y marcará la pauta para el resto del mundo. China está tendiendo cables de fibra óptica en su territorio y planea hacer lo mismo en los países que participan en su iniciativa Belt and Road, además de crear redes 5G por toda Europa. Esto permitirá a China dar acceso selectivamente a algunas empresas y productos 5G para que circulen sobre esta infraestructura”.

Desde la gestora Fidelity consideran que el informe ha influido mucho en la política estadounidense contra China durante los últimos 24 meses. Las miras se han dirigido contra el proveedor de redes 5G Huawei, no contra proveedores de terminales como Oppo o Xiaomi. Después de frenar con éxito la cadena de suministro de semiconductores de Huawei y alterar su base de clientes 5G, el gobierno estadounidense está ampliando el foco para impedir que tecnologías básicas y de nuevo cuño se trasladen a China. El fabricante chino de semiconductores SMIC es la última empresa sobre la que se barajan restricciones. TikTok y posiblemente WeChat también podrían ser prohibidas en EE.UU.

Aunque todavía es pronto para analizar la guerra comercial que responde a este liderazgo en la tecnología 5G, Europa, Taiwán o Japón pueden ser claros beneficiarios para la fabricación tecnológica que Estados Unidos saque de China. Otro país que también está en el punto de mira es la India a donde ya ha anunciado Apple que trasladará parte de la producción que anteriormente se hacía en el gigante asiático. Pero también Estados Unidos ha comenzado a repatriar parte de su producción tecnológica sobre todo de semiconductores. Una guerra tecnológica que se mezcla con la pandemia del Covid-19 donde China resalta como el único país que va a lograr crecer en este 2020. La guerra por el liderazgo económico y tecnológico está servida para varios años. Y además, China ha dejado de ser tan dependiente de Estados Unidos como cliente por su fuerte presencia en los países emergentes.