En enero de 2023 entró en vigor el RDL 13/2022, por el que se establecía un nuevo sistema de cotización para los trabajadores por cuenta propia o autónomos, con la finalidad de ajustar sus cotizaciones sociales a sus ingresos reales y, al mismo tiempo, mejorar la protección por cese de actividad. Una reivindicación histórica de los autónomos y que fue consensuada con las organizaciones más representativas del colectivo.

Para el año 2023 se determinó como base de cotización la resultante del promedio mensual de los rendimientos netos anuales obtenidos por el autónomo durante el año natural anterior, es decir sus ingresos de 2022. Una base en principio provisional a falta de conocer cuales serían sus ingresos de 2023.

Sin embargo, con la idea de ir ajustando su base de cotización a sus ingresos reales, a lo largo del año 2023, el autónomo podía seleccionar, cada dos meses, una nueva base de cotización y, por tanto, una nueva cuota. Esas bases mensuales elegidas tenían carácter provisional, hasta que se procediera a la regularización anual de la cotización.       

A mediados de 2024 todos los contribuyentes hacen la declaración de la renta correspondiente a los ingresos obtenidos durante 2023, pero no suele ser hasta finales de año (octubre o noviembre) cuando la Agencia Tributaria facilita los datos fiscales a la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS).

Con los datos obtenidos, la Tesorería revisa la cotización realizada por el autónomo y si la cuota por la que cotizó el trabajador autónomo resultase inferior a la que surge de los ingresos comunicados por la Agencia Tributaria, se le notificará al trabajador el importe de la diferencia. Que deberá abonar antes del último día del mes siguiente a la notificación.

Si, por el contrario, el autónomo hubiera cotizados por una base superior a la correspondiente, la Tesorería procederá a reintegrar la diferencia antes del 30 de abril del ejercicio siguiente.

Una vez finalizadas todas las comprobaciones y según los cálculos realizados por la Tesorería General de la Seguridad Social, de los 3,7 millones de autónomos de alta en 2023, unos 880.000 (un 24%) cotizó menos de lo que le correspondía, por lo que tendrán que pagar un promedio de 450 euros a la Seguridad Social para adaptar su cuota a sus ingresos. Por su parte, casi un millón autónomos (el 27%) cotizaron por encima de sus ingresos reales, por lo que podrán optar una devolución de 600 euros de media.

Por otra parte, el 49,3% de los autónomos no se verá afectado por esta regularización, bien por no tener periodos regularizables, bien por cotizar dentro del tramo adecuado.

Alfonso Muñoz
Funcionario de Seguridad Social