Gas Natural Fenosa fue pionera en un Plan de Vulnerabilidad para ayudar clientes en situaciones vulnerables. La compañía fue la primera energética en poner en marcha el primer plan de estas características con objetivo de sistematizar la gestión de los clientes vulnerables y fortalecer la colaboración con las entidades del Tercer Sector y la comunicación con los Servicios Sociales. El proyecto ya ha cumplido un año y los datos son notablemente halagüeños. Gas Natural Fenosa garantizó el suministro a más de 30.000 familias en toda España a través de medidas como el aplazamiento del pago, la colaboración con Servicios Sociales para la identificación de los clientes vulnerables o la gestión del bono social. Uno de los ejes de estas ayudas es la Fundación Gas Natural, y desde El Plural entrevistamos a su director, Martí Sola.

El Plan de Vulnerabilidad que incluye 20 medidas para ayudar a las familias más vulnerables ha cumplido un año. ¿Cuál es el balance que realizan, en líneas generales, de este primer curso?

El balance que realizamos del primer año de lanzamiento del Plan de Vulnerabilidad Energética de Gas Natural Fenosa es positivo. Con una inversión anual de 4,5 millones de euros, nuestro Plan es el primero de estas características puesto en marcha por una compañía energética en España con el objetivo de sistematizar la gestión de los personas en situación de vulnerabilidad y fortalecer la colaboración con las entidades del Tercer Sector y la comunicación con los Servicios Sociales.

Tanto desde la compañía como desde la Fundación estamos convencidos de que debemos formar parte de la solución a las situaciones de vulnerabilidad. Por ello, desarrollamos todas las iniciativas que incluye este Plan.  En 2017 hemos garantizado el suministro eléctrico a más de 30.000 familias en España, gracias a, entre otras medidas, el aplazamiento del pago o la gestión del bono social.

Hemos realizado, además, 125.000 gestiones relacionadas con situaciones de vulnerabilidad durante el primer año del Plan, a través de los distintos canales de los que disponemos dirigidos tanto a clientes y no clientes, entidades del Tercer Sector y a los Servicios Sociales de los ayuntamientos.

Otro de los proyectos es la puesta en marcha de la Escuela de Energía. ¿Qué nos puedes contar de esta iniciativa? ¿Cuáles son las líneas maestras, consejos y medidas que se aportan?

La Escuela de Energía es una de las medidas del Plan de Vulnerabilidad de Gas Natural Fenosa encuadrada en la acción social de la Fundación. Nació para formar en temas energéticos a trabajadores sociales de entidades públicas, ONGs y familias. En estos talleres, se da soporte a las personas vulnerables con sus facturas de luz y gas (reducción de la potencia contratada, revisión de tarifas, contratos, etc.), ofrecen consejos de ahorro en el consumo sobre sus viviendas (soluciones de bajo coste para el consumo energético, eficiencia energética)  así como hábitos y comportamientos sostenibles para mejorar su habitabilidad.

En el primer año de funcionamiento, 2017, hemos realizado más de 130 jornadas en las que se han formado a 1.360 personas en España. Actualmente, la Escuela de Energía está implantada en 7 comunidades autónomas (Galicia, Cantabria, Cataluña, Castilla y León, Madrid, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana), y estamos trabajando para llegar cada día a más gente.

Directamente relacionado con la Escuela de Energía se encuentra el voluntariado corporativo. ¿Cuál es su papel?

La Escuela de Energía y el programa de voluntariado corporativo son dos pilares básicos sobre los que se sustentan los acuerdos de colaboración de la Fundación Gas Natural Fenosa con entidades del Tercer Sector. El voluntariado corporativo está dirigido a los empleados de Gas Natural Fenosa que deciden dedicar un porcentaje de horas laborables al asesoramiento energético. La colaboración de Cruz Roja es indispensable para esta labor de formación y acompañamiento ya que junto a ellos podemos identificar a las familias en situación de pobreza energética. Tras una formación impartida por la Escuela de Energía, los voluntarios de ambas entidades realizan un estudio personalizado de las condiciones de cada familia seleccionada en el programa y se empieza a trabajar con ellos para adecuar sus consumos de energía.

Este último año, los empleados de Gas Natural Fenosa han dedicado 715 horas en total a estas iniciativas de voluntariado energético.

Además, habéis firmado convenios con el Tercer Sector…

Así es. Hemos cerrado acuerdos de colaboración con Cruz Roja, Cáritas, la Fundación de la Esperanza o la Fundación Secretariado Gitano, entre otras, para acompañar a estas entidades en sus labores de atención y seguimiento de familias vulnerables.

Además, desde la compañía pensamos que la colaboración no solo tiene que ser con entidades del Tercer Sector, sino también con empresas y administraciones a la hora de trabajar en común por la mejora de la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad energética. Por ello, mantenemos acuerdos con administraciones de España que permiten dar cobertura al 94% de nuestros clientes.

Hace varios meses publicaron un estudio denominado rehabilitación exprés. ¿Qué recorrido ha tenido hasta ahora y en qué se basa exactamente?

La Fundación Gas Natural Fenosa está promoviendo soluciones exprés de bajo coste para rehabilitar hogares vulnerables, siguiendo las pautas derivadas del estudio que menciona y que se titula “Re-habilitación exprés para hogares vulnerables. Soluciones de bajo coste”. Se trata de un estudio dirigido por la arquitecta Margarita de Luxán, Catedrática Emérita de la Universidad Politécnica de Madrid, y realizado en cuatro ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Sevilla y A Coruña). A través del análisis del clima y los edificios de estas ciudades, adaptamos una serie de soluciones de bajo coste para mejorar la habitabilidad térmica en el interior de las viviendas en cada una de ellas, evitando las temperaturas por debajo de 10º y por encima de 30º sin tener que gastar energía.

Una vez presentadas las conclusiones del estudio de rehabilitación exprés, a finales de 2017, el siguiente paso en el que estamos ahora trabajando es la firma de convenios de colaboración con administraciones públicas, con propietarios de viviendas y entidades del Tercer Sector para su implementación. Recientemente, hemos firmado un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid con el que a través de la Agencia para el Empleo, desarrollaremos un programa de formación específica en materia de rehabilitación de viviendas de la EMVS (Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid). Gracias a este convenio facilitaremos la inserción laboral de profesionales desempleados del sector de la construcción que, posteriormente, realizarán los trabajos de mejora y rehabilitación de viviendas de familias en situación de vulnerabilidad.

Una pregunta que se hacen muchas personas sobre este proyecto es si realmente las familias vulnerables pueden hacer frente al coste de la rehabilitación íntegra, cuando este asciende a más de 5.000 euros (llegando incluso a 8.000).

La rehabilitación integral de una vivienda o edificio tendría un coste muy elevado para que lo pueda asumir  una familia en situación de vulnerabilidad. Por ello, las 76 soluciones que analiza el estudio de rehabilitación exprés son de fácil y rápida aplicación, y hay de diferentes tipos. La mayoría se pueden realizar desde el interior de la vivienda y sirven para reducir los consumos sin necesidad de incurrir en costosas obras ni solicitudes de permisos. Algunas de ellas son por ejemplo la instalación de toldos, la colocación de alfombras, la sustitución de ventanas o el aislamiento térmico en muros. La puesta en marcha de estas medidas, que ya se están aplicando en otros países europeos, se ha demostrado que ayudan a las familias en riesgo de exclusión a mejorar considerablemente las condiciones de habitabilidad de sus viviendas, llegando a desaparecer las temperaturas más bajas (por debajo de los 10ºC) y las más altas (por encima de los 30ºC) sin tener que consumir más energía.

Estas inversiones son compatibles con una posterior reforma integral del edificio que, como hemos dicho, sería la manera más efectiva y eficiente para mejorar las condiciones climáticas de las viviendas, pero cuyo coste es mucho más elevado.