El número de trabajadores ha aumentado y con ello la cantidad de bajas por incapacidad temporal o permanente. La Seguridad Social está abonando 949.107 pensiones contributivas por incapacidad permanente. Máximo histórico, superando el récord del año 2010.

Las contribuciones por incapacidad permanente crecen en torno al 1% interanual. Cada mes se aprueban unas 1.500 pensiones. El pasado mes de julio la Seguridad Social se gastó 889 millones de euros en pagar dichas pensiones, dato también histórico.

Por otro lado, también está subiendo la cantidad de la nómina. Se estima que crezca en torno al 1,7% este año. De manera que, en diciembre, la Seguridad Social tendrá que abonar 895 millones.

Las prestaciones que se dan de alta son de una mayor cuantía, por lo tanto, la pensión media también está en alza. Ha pasado de 802 euros mensuales en 2008 ha situarse en julio de 2017 en los 936,5 euros. Nunca había estado en términos tan altos.

La baja temporal la abona la Administración central a través de los Presupuestos Generales del Estado y esta partida está creciendo rápidamente en los últimos años, en parte como consecuencia del avance de la ocupación y también como resultado del incremento del absentismo laboral.

El Gobierno se ha visto obligado a elevar la partida presupuestaria destinada a la incapacidad temporal en 1.600 millones de euros. Este avance supone un incremento de casi el 30% respecto a los Presupuestos del ejercicio anterior y una partida un 43% mayor que en 2012, para alcanzar los 7.000 millones.

Según la mutua colaboradora con la Seguridad Social, Ayepo, las principales patologías causantes de las bajas son las de columna lumbar, que supusieron un 13% del total, las psiquiátricas, con un 11%, y las gripes, con un 7%. En cuanto a los días de la semana en que se producen, la mayor parte se concentran en los lunes, con un 28%, y los martes, con un 20%.

Con el objetivo de desincentivar las bajas laborales dentro de la Administración, el Gobierno modificó la regulación en 2012 para reducir el salario que perciben los trabajadores públicos. A partir de ese momento, los empleados pasaron a percibir el 50% de su retribución durante los tres primeros días de la baja, un 75% en los 17 días siguientes y a partir del día 21, ya cobraban su salario íntegro.