La presencia de mujeres en el sistema educativo es mayoritaria en todos los países de Europa. Sin embargo, las diferencias entre hombres y mujeres también aparecen en el campo de la movilidad en la juventud.

El Proyecto Europeo MOVE Análisis en torno a la 'frontera de cristal' y la movilidad geográfica de las mujeres jóvenes evidencia que existe en dicho aspecto una frontera de cristal. Se dan comportamientos desiguales que se deben más a barreras institucionales que a elecciones personales. Otro tipo de barreras depende de la percepción que cada género tiene a la hora de afrontar un traslado.

Más edad, menos viajes por trabajo

El Colegio Profesional de Politólogos y Sociólogos presentará este jueves, a las 19:15 horas, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid los resultados de dicho estudio realizado entre jóvenes de varios países europeos. Sus responsables nos han avanzado que las mujeres, conforme incrementan su edad, viajan menos por trabajo. Cuando lo hacen de jóvenes, están significativamente más presentes en trabajos de Au-pair o voluntariado que los hombres. Se produce una dicotomía entre "mujeres Au-pair" y "hombres ingenieros" u "hombres buscando trabajos en empresas". Lorenzo Navarrete, decano del Colegio Profesional de Politólogos y Sociólogos de Madrid, asegura que "las mismas divisiones en función del género que se observan en la sociedad a nivel nacional se reproducen para la movilidad". "No se trata tanto de que viajen más, como de los motivos por los que lo hacen. Dentro del estudio, las mujeres viajan más por motivos laborales. Pero, cuando analizamos en detalle a qué tipos de trabajos, observamos que las mujeres están significativamente más presentes en trabajos de Au-pair o voluntariado", explica.

El estudio, que ha tenido en cuenta a más de 1.500 españoles, define como jóvenes móviles a los que, con una edad comprendida entre 18 y 29 años, tienen una experiencia de movilidad de más de dos semanas en otro país. En el caso de las jóvenes españolas, presentan un significativo mayor porcentaje de salidas por motivos laborales (el 32,9% de las consultadas) que los jóvenes españoles (el 24,8%). Ellas, sobre todo, salen más como Au-pair. Ellos presentan un mayor porcentaje de salidas por motivos de estudio (66,9%), hacen más intercambios escolares que ellas (con un 61,6%).

Los motivos

Respecto a las motivaciones de la movilidad, las mujeres señalan más que los hombres el aprendizaje de un idioma (71,3% frente a 66,2%), el desarrollo profesional-personal (63,6% frente a 54,5%) y la mejora de las condiciones laborales (34% frente a 28,5%), así como el no encontrar trabajo en España (18,8% frente a 14,1%). Ellos, en cambio, a la hora de moverse, le dan más importancia a aspectos como el conocimiento previo del idioma (24,4% frente a 16% de ellas). La atracción por una nueva cultura igualmente es muy valorada (31,4% en las mujeres y 35,3% en los hombres).

La falta de recursos financieros y la falta de conocimiento del idioma son la barrera más descrita en ambos sexos. Entre ellas, se incluye con mayor frecuencia el bienestar psicológico como barrera para a movilidad; mientras que, entre ellos, es más frecuente la barrera del reconocimiento de cualificaciones. El equipo investigador en España del Proyecto Europeo MOVE justifica que "aquellos países que en sus sistemas educativos incluyen el aprendizaje de segundos y terceros idiomas incrementan sustantivamente las probabilidades de que sus jóvenes se muevan, retornen o decidan libremente". Por el contrario, "aquellos países en los que esto no es una tradición, se entiende como una barrera primordial que limita la movilidad".

De acuerdo con el informe, las jóvenes europeas van más a estudiar parte de la educación superior, por ejemplo, como estudiantes Erasmus, que ellos. A partir de los 25 años, los jóvenes europeos presentan más movilidad que ellas. Eso sí, ellas se mantienen fuera con mayor frecuencia que ellos.