Son 32 condiciones, minuciosas, detalladas e incluso con fecha en el calendario. Son los deberes que la Unión Europea ha puesto a Mariano Rajoy a cambio de conceder un crédito de 100.000 millones de euros para tapar el enorme agujero del sistema financiero español provocado por el estallido de la burbuja inmobiliaria. España pierde soberanía porque el control de los bancos pasa a la Unión Europea. No es una cesión de soberanía voluntaria para construir más Europa, es un cesión obligada. Es un castigo a un Gobierno que seis meses después de llegar a La Moncloa no solo no atajó el problema bancario, sino que lo agravó con una desastrosa y esperpética nacionalizaicón de Bankia. Un desastre que el ministro de Economía, Luis de Guindos, llevará en su curriculum para siempre.

Ultimatum de Europa al Gobierno
El "Memorandum de entendimiento", que es el documento donde se plasman las condiciones del préstamo a España, reforma de arriba abajo el sistema financiero español y además la Unión Europea da un ultimatum al Gobierno para que ponga en marcha duros recortes y subidas de impuestos en tres meses. Rajoy comenzó hoy a cumplir parte de esas exigencias con el anuncio de recortes en el Congreso, pero quedan más. La subida del Iva, la supresión de la desgravación fiscal por vivienda, la rebaja de las prestaciones por Dependencia y la reducción de lo que cobrarán los parados anunciados hoy por Rajoy son solo la primera parte.

Y Europa interviene la Economía porque no se fía del Gobierno
El "Memorandum" firmado por el Gobierno de Rajoy y Bruselas supone un duro varapalo para la credibilidad del Gobierno de Rajoy, concretamente para toda su área económica y hoy la Economía lo es todo. La Unión Europea somete a la economía española a una intervención en toda regla, quita poderes al ministerio de Economía que dirige Luis de Guindos -que se ha quedado con credibilidad cero en Bruselas- y tutelará directamente al Banco de España. Conclusión, todos los bancos españoles tendrán que hacer lo que diga la troika -en plabras de Montoro "los hombres de negro"- y, por si faltaba algo, el Gobierno no podrá poner en marcha medidas financieras sin consultar al Banco Central Europeo y a la Comisión Europea. Rajoy tendrá que pedir permiso a Bruselas antes de aprobar cualquier cosa que afecte al sistema financiero.

"Los hombres de negro" ya están aquí
Cristóbal Montoro, Ministro de Hacienda se ha hecho famoso no por su buena gestión, sino por ser el padre de una frase que le perseguirá toda la vida: en una entrevista radiofónica, cuando negaba tajantemente que España fuera a pedir rescate alguno afirmó entre risas: "Los hombres de negro no van a venir a España". Pues bien, los hombres de negro ya están aquí.

Por escrito y firmado por el Gobierno de España, en las condiciones impuestas a cambio del rescate financiero se establece que una comisión integrada por representantes del Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, supervisará cada tres meses el grado de cumplimiento del Gobierno. Pero hay más:

. Cada semana el Gobierno debe proporcionar datos "a los hombres de negro" sobre el sistema bancario, el nivel de los depósitos y el grado de liquidez de cada entidad.

. Podrán acceder "bajo estrictas condiciones de confidencialidad" a todos los datos del sistema financiero español que quieran.

. Podrán hacer inspecciones "in situ", es decir, personarse en un banco e inspeccionarlo de arriba abajo.

Banco malo y reducción de oficinas y plantillas
La reestructuración del sistema financiero español no la diseñará el Gobierno ni la aprobará el Parlamento Español, la decidirán "los hombres de negro". Y algunas medidas ya están por escrito: Los bancos españoles tendrán que reducir plantilla y cerrar sucursales, vender activos, tener una reserva de capital de máxima calidad, conocido como "core capital", del 9% hasta el 2014, los "activos tóxicos" se transferirán a un "banco malo", y los ciudadanos que -engañados o no- tengan ahorros invertidos en "preferentes" tendrán que asumir pérdidas y los bancos inviables se liquidarán.

Estas son las consecuencias de siete meses de Gobierno de Rajoy. Especialmente son las consecuencias de retrasar los Presupuestos Generales del Estado hasta después de las elecciones andaluzas, de subir las pensiones también para ganar esas elecciones, de retrarasar todas las medidas a petición expresa de Javier Arenas para intentar gobernar por primera vez en la Historia en Andalucía y, sobre todo, al afirmar cada semana que el déficit "heredado" era mayor del que se dijo no se ponía en cuestión a Zapatero como pretendía el PP, se puso en cuestión la credibilidad del Estado Español. Y este es el resultado.