La banca española dejará de gastar este año más de 13.000 millones de euros en intereses debido a las nuevas normas impuestas por el Banco de España para la remuneración de las imposiciones a plazo de los clientes. Eso significa que las familias dejarán de ingresar más de 10.000 millones anuales por sus ahorros (las empresas se dejarán otros 3.000), que irán directamente a engrosar los beneficios de los bancos.

Menos costes por decreto
Más de mil millones de euros al mes van a ahorrar los bancos españoles cuando terminen de aplicar los nuevos topes impuestos por el Banco de España para el pago de intereses por las imposiciones a plazo de los clientes. Según estimaciones del sector, los costes financieros por pagos de intereses a familias y empresas por los depósitos e imposiciones bajarán de 40.000 a 27.000 millones al año, lo cual supone aumentar los beneficios de la banca en 13.000 millones anuales sencillamente por cumplir una orden de la autoridad monetaria.

Algunos ya lo cumplen
El Banco de España ha remitido una comunicación interna a las entidades financieras para que cuando negocien con sus clientes cuánto les pagan por dejar su dinero no sobrepasen en ningún caso el 3%, pero con la idea de que la media de tipos de las imposiciones a plazo se quede en el 1,75% a partir de este mismo año. Algunos bancos, como el Popular o el Sabadell ya lo han comenzado a aplicar y no ofrecen más de ese 1,75% por ninguno de sus depósitos preferentes. El resto irán entrando en las próximas semanas.

Con el ojo en los nacionalizados
La norma ha sido puesta en marcha por el Banco de España en primer lugar para impedir que las entidades nacionalizadas, como Bankia, NovaCaixaGalicia Banco, CatalunyaBank o Banco de Valencia ofrezcan tipos altos para atraer a los clientes que se les van a otros bancos. Esto ha sido visto por el resto de la banca, la que no ha necesitado ayuda del Estado ni del Fondo Europeo, como una competencia desleal, ya que la banca nacionalizada ofrece altos tipos de interés, lo cual aumenta sus pérdidas, y después el agujero es tapado con dinero público.

Tipos altos
En concreto, con datos de las páginas web de las propias entidades de esta última semana, Bankia tenía depósitos remunerados al 3,25%, Banco de Valencia al 3,20%, y NovaCaixaGalicia y CatalunyaBank al 2,25%, y todo ello después de las advertencias verbales de los últimos meses para que estos bancos, participados mayoritariamente por el FROB, recortaran la remuneración que pagan a los clientes. Ahora, y en aplicación del Memorando de Entendimiento que España firmó para recibir ayuda europea, el Banco de España, que ha ganado en capacidad coercitiva, ha pasado de las palabras a los hechos y ha dictado una norma de obligado cumplimiento.

Para todos por igual
Esta nueva norma, sin embargo, no está dictada únicamente para la banca nacionalizada (la que depende del FROB), sino que es de obligado cumplimiento para el conjunto del sistema financiero español. Esto significa que ahora todos los bancos van a tener un tope a la hora de remunerar a sus clientes, lo que mermará los ingresos de muchos ahorradores que tienen su dinero en bancos sanos que no han necesitado ayuda pública. Estos últimos se han quejado siempre de que la banca con ayuda compitiera con malas artes, pero ahora no han protestado por una medida que se supone que les quita una de sus principales armas comerciales. Y es que en el fondo les viene bien para tapar agujeros.

A la banca le viene de perlas
En los nueve primeros meses de 2012, que es el último periodo conocido, los cuatro grandes bancos que no han necesitado ayudas (Santander, BBVA, CaixaBank y Popular) han ganado 4.000 millones menos que en el mismo período de 2011. La diferencia será mayor aun cuando se conozcan las cifras finales del año. Además, Santander y BBVA, que son los que tienen más negocio fuera, han visto cómo los beneficios procedentes del extranjero suplen la mala racha de sus cuentas en España. Reducir el gasto en intereses que se les pagan a los clientes es una buena forma de garantizar ganancias futuras.

Pedir un préstamo, prohibitivo
La decisión del Banco de España se produce en un momento en el que los ingresos de los bancos por intereses de los préstamos que conceden han dejado de crecer, pero no porque hayan caído los tipos a los que conceden los créditos, sino sencillamente porque no dan dinero prestado. Según los últimos datos del Banco de España, el tipo medio de las hipotecas concedidas en España es del 3,06% TAE, mientras que el de los créditos al consumo es del 8,95%, cifra que multiplica por más de tres veces lo que esos mismos bancos pagan a los clientes por sus ahorros.