El proceso de elaboración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025 ha comenzado. Después de que las cuentas públicas de este año finalmente no viesen la luz, consecuencia de las sucesivas citas electorales, el Ministerio de Hacienda ha emprendido el proceso de definición de las correspondientes al próximo año este jueves, con la anterioridad habitual que no pudo asumirse en 2023 al no constituirse el Gobierno hasta noviembre. La premisa es clara: “dar continuidad a la política económica responsable y coherente que ha desarrollado el Gobierno estos años”.

Si bien todavía queda mucha tela que cortar, sobre todo en lo referido a las negociaciones para obtener los apoyos parlamentarios suficientes, este paso es el punto de partida formal del proceso. El Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge la Orden de elaboración de los Presupuestos y los criterios y la orientación que pretende seguir el Gobierno de coalición. Desde Hacienda son claros y trasladan que el objetivo es “seguir impulsando la prosperidad y la competitividad económica, con una reindustrialización del país estratégica e inteligente que genere empleos de calidad, así como el blindaje y refuerzo del Estado del Bienestar”.

Asimismo, la cartera capitaneada por María Jesús Montero apuesta por la “defensa” de materias tan importantes como la justicia social, de la cohesión territorial, de la igualdad de género y de la sostenibilidad medioambiental. Todas estas metas son, además, “compatibles con la consolidación de la estabilidad presupuestaria”. La vicepresidenta primera quiere mantener el rumbo económico, aumentando las partidas de gasto si es necesario, para que el crecimiento económico y de empleo que ahora diferencia a España del resto de grandes economías europeas se consolide y mantenga en el tiempo.

No obstante, las cuentas también deberán atender a aspectos internacionales que ineludiblemente afectan a España. El volátil entorno geopolítico, con el mantenimiento de la guerra de Ucrania y el genocidio que está perpetrando Israel sobre la población palestina, ha golpeado duramente a Europa y, aunque la economía española parece haber capeado la tempestad, el Ministerio considera necesario atender a la geopolítica por si fuese necesario abordar crisis como la que propició el estallido de las hostilidades en Europa del Este. Además, otra variable continental cambia por completo la elaboración para el próximo curso: la recuperación de las reglas fiscales.

Vuelve el control fiscal a Europa

La cláusula de salvaguarda y escape toca a su fin este año y Bruselas recuperará unas reglas fiscales que muchos rezan para que no supongan una vuelta de la austeridad de la anterior crisis. El futuro fiscal de los Veintisiete ha sido parte del debate de las anteriores elecciones europeas (9 de junio), con la premisa de mantener la estabilidad sin estrangular a las economías más débiles. Desde España, el Ejecutivo asegura estar firmemente “comprometido” con sus objetivos de reducción de deuda y déficit, que de momento se cumplen y han motivado la exclusión del país de la lista negra deficitaria.

Esto, defienden desde Hacienda, se ha producido sin reducir las inversiones públicas y los avances sociales. “España ha mejorado durante los últimos cuatro años los objetivos de déficit previstos y comprometidos con la Comisión Europea y lo ha hecho “sin aplicar recortes gracias al dinamismo del empleo y al impulso de la actividad económica, trasladan. Las previsiones son halagüeñas, tanto de reducción de déficit y deuda como de crecimiento económico y laboral, lo que da aire al Ejecutivo para diseñar unas cuentas públicas que apuesten por la inversión y no por los recortes.

Criterios prioritarios de los Presupuestos

La Orden Ministerial emitida contiene una serie de pautas y líneas generales destinadas a la consecución de los objetivos de la coalición, centrados en una “política económica, social y medioambiental”. Los ejes definidos son once:

  • Culminar el proceso de modernización del tejido productivo asociado a los fondos Next Generation (Plan de Recuperación), terminando de desplegar la Adenda y los proyectos estratégicos (PERTE).
  • Situar a la innovación y la ciencia como ejes centrales del modelo productivo.
  • Seguir impulsando una transición ecológica justa, desarrollando medidas para descarbonizar la economía y hacerla más circular y sostenible.
  • Reforzar la política de empleo, garantizando la igualdad de oportunidades y los derechos de las personas trabajadoras, poniendo el foco especialmente en los jóvenes.
  • Fomentar un sector primario moderno y sostenible, dotándolo de ayudas para la innovación, formación y asesoramiento de las pymes.
  • Bienestar para el conjunto de la ciudadanía: mantenimiento de precios justos de los alimentos y la energía, garantía de sostenibilidad de las pensiones, blindaje de la sanidad pública universal.
  • Garantizar el derecho a la vivienda aumentando el parque público de vivienda para alquiler asequible
  • Reforzar el compromiso contra la violencia machista
  • Impulsar una política fiscal justa
  • Reforzar la educación pública avanzando en la financiación del sistema público y la inclusión plena en el sistema de la educación de 0 a 3 años
  • Garantizar el futuro de la juventud: educación, empleo y vivienda