Vivir con 1.134 euros brutos al mes es una misión imposible, más en aquellos núcleos urbanos donde bienes de primera necesidad como la vivienda se sitúan en valores muy similares. Sin embargo, diariamente 2,5 millones de trabajadores perceptores del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) afrontan sus largas jornadas laborales conocedores de que apenas entrará esa cantidad en sus cuentas bancarias, una vez descontados impuestos y cotizaciones. Con este panorama, el Ministerio de Trabajo y Economía Social ha vuelto a convocar este martes a su ya recurrente Comité de Expertos para dilucidar la subida adecuada de cara a 2025.

La cuantía del SMI ha crecido un 54% desde que Pedro Sánchez desembarcó en la Moncloa y Yolanda Díaz se hizo cargo de la cartera de Trabajo. Atrás quedan los 735,9 euros que dejo Mariano Rajoy de herencia, pero los 1.134 euros en 14 pagas actuales (1.323 en 12 pagas) siguen sin permitir a millones de trabajadores vivir con dignidad y asumiendo el precio creciente de los alquileres o hipotecas, la alimentación o los suministros básicos. La propuesta de los expertos llegará después a los agentes sociales, aunque Díaz ya ha anunciado que habrá subida “con o sin acuerdo”.

Pese a que las subidas ascienden ya a 400 euros desde 2018, el encarecimiento de la vida real ha sido mayor y con 15.876 euros al año “no se puede vivir”. Así lo ha defendido en más de una ocasión Díaz. “No se puede vivir ni en Madrid, ni en Vigo, ni en Coruña, ni en Murcia, ni en Cartagena, ni en Andalucía, ni en ninguna parte. No se puede vivir. Por tanto, la estrategia del Ministerio de Trabajo es seguir subiendo el salario mínimo, hacerlo con acuerdo social”, ha trasladado en más de una ocasión.

Los 2,5 millones de perceptores del SMI no son los únicos que encuentran dificultades para vivir con dignidad. La mediana salarial española se sitúa en los 1.545 euros brutos al mes; es decir, la mitad de todos los trabajadores del país cobran por debajo de esta cuantía antes incluso de descontar impuestos y cotizaciones. Con este importe, “tampoco se puede vivir con dignidad”, ha defendido la también vicepresidenta segunda.

A estos asalariados situados levemente por encima del SMI también les beneficia la subida de la cuantía mínima, dado que cubre a más personas que estarían por debajo de lo mínimo por tablas salariales según convenio, empuja hacia arriba a los tramos en próximas negociaciones y, en definitiva, eleva un suelo del que no se puede bajar. Este es el mismo proceder que se busca con la reducción de jornada, huyendo de dejarlo todo a la negociación colectiva y marcando a los agentes sociales un mínimo por ley inquebrantable.

¿Cuánto subirá el SMI?

Los sindicatos ya han trasladado que su pretensión es reeditar la subida de la que se benefició el SMI para 2024, del 5%, y llevarse la cuantía mensual hasta los 1.190 euros al mes en 14 pagas (1.388 euros en 12 pagas). La subida sería de en torno a 60 euros, euro arriba o abajo dependiendo del reparto de las pagas, y acercaría el salario mínimo a los 1.200 euros antes de impuestos.

“Seguramente alguien empiece a especular con que el SMI tiene que subir en la misma proporción que el IPC, bueno, esa es una opción, pero nosotros vamos a ir más bien por otra opción y es que el SMI tiene que subir al menos en la misma medida que lo hagan los salarios medios en nuestro país y los salarios medios en nuestro país desde este año han subido ya bastante más que la propia la propia inflación”, trasladaba Unai Sordo, secretario general de CCOO, recientemente.

No obstante, esta es la propuesta de los sindicatos (UGT y CCOO), que todavía no atiende a la recomendación del Comité de Expertos, que marcará la posición del Ministerio de Trabajo. La tercera para para de la negociación, la patronal, también tendrá mucho que decir y, dependiendo de si repite el descuelgue de las últimas negociaciones del SMI, de la búsqueda del consenso emanará la cantidad final. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y Cepyme se descolgaron del acuerdo de subida de 2024.

Los empresarios siguieron el mismo proceder en 2023, 2022 y 2021, dejando el camino despejado para que Trabajo y los sindicatos cerrasen un acuerdo propio. Así lo hicieron, asumiendo el máximo rango de la horquilla, el propuesto por los sindicatos, y huyendo de las subidas intermedias que Díaz ofreció a Antonio Garamendi. Si en esta ocasión la patronal vuelve a borrarse de la foto, la subida del SMI podría situarse entre el 5% (1.190 euros al mes) y el 6% (1.202 euros al mes), tal y como ha propuesto Pepe Álvarez, líder de UGT.