La relación de Ana Mato con el Partido Popular bien podría calificarse como una historia de ida y vuelta, aunque con dimisiones y acusaciones por corrupción de por medio. Dejó el ministerio de Sanidad cuando las críticas por su mala gestión en general, y de la crisis del ébola en concreto, ya no podían ser acalladas. Se fue por eso, y porque el caso Gürtel caía sobre ella.  

Aunque está imputada como partícipe a título lucrativo por los supuestos regalos y viajes que su marido recibió de la trama Gürtel, tal y como contamos en ELPLURAL.COM, en abril el PP la readmitía como trabajadora del partido. Ahora, hemos sabido que Mato ha seguido escalando como trabajadora hasta llegar a ser nombrada asistente local del Grupo Parlamentario del PP europeo.

Aunque el nuevo trabajo de la exministra comenzó en junio de este año, no se ha conocido públicamente hasta este martes. La clave está en que al ser asesora local del grupo popular en Europa, Mato puede trabajar desde casa; es decir, desde España.

El contrato se basa en un proyecto con la Universidad Europa y sólo tendría que viajar hasta Bruselas para algunas reuniones y otras dos veces al año, cuando se celebran los foros con los alumnos. En esas dos ocasiones, Mato tendrá que ilustrar a los alumnos sobre el funcionamiento de las políticas en la Unión Europea, o al menos, de cómo ven esas políticas los populares.

La falta de Gobierno en España ha provocado que el proyecto para el que trabará Mato no haya arrancado todavía, aunque ya ha asistido a varias reuniones. 

Corrupción y plazos no cumplidos

Dos años han pasado desde que Mato dejara el Ministerio de Sanidad hasta encontrar este nuevo puesto. Esta situación no podría haber sido posible sin el visto bueno del Gobierno en funciones de Mariano Rajoy que la permitió reincorporarse como trabajadora del partido, un permiso que se puede comprobar al ver la lista de autorizaciones emitidas a ex altos cargos publicada en el Portal de la Transparencia del Ejecutivo.

En ELPLURAL.COM ya alertamos de que esta reincorporación no cumplía los plazos impuesto por ley: tienen que pasar dos años desde que una persona deja un cargo público y empieza otra actividad privada. En el caso de Mato, no se cumplieron los dos años. Se fue del Ministerio de Sanidad el 26 de noviembre de 2014 y volvió como trabajadora del PP en abril de 2016.

Por ello, como no se ajustaba a los plazos, necesitó el visto bueno de la Oficina de Conflictos de Intereses del Ejecutivo. Lo consiguió. Desde el pasado día 9 de febrero se puede leer en el Portal de Trasparecía la siguiente frase: "Reingreso en el Partido Popular".