Hoy dará su opinión el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre si el índice hipotecario IRPH se comercializó de forma transparente por parte de los bancos y las cajas de ahorros. Esta opinión tiene enjundia porque a finales de año se pronunciará el propio TJUE mediante una sentencia que en pasadas ocasiones ha coincidido mucho con las opiniones del abogado general. 

Las cifras que hay un juego son gigantes. Se estiman en un millón de clientes con hipotecas ligadas a este índice, por un importe superior a los 17.000 millones de pesetas y un impacto negativo entre los 3.000 y los 40.000 millones para los bancos afectados. Caixabank, Santander, BBVA y La Caixa son las entidades que tienen más clientes ligados a este productos y, por este orden, serán los más afectados si la justicia europea dictamina que fueron un producto mal informado, poco transparente y que llevo a engaño a los que optaron por esta opción.

Han existido dos IRPH, uno que suponía la media de las operaciones que realizaban los bancos y otro de la media de los préstamos hipotecarios que daban las cajas de ahorros. Es decir, este producto se hacía mediante un cálculo sobre las hipotecas concedidas a plazo fijo o ligadas al Mibor (ya no existe) o al Euríbor con su diferencial y de ahí se sacaba un tipo medio para los clientes que optasen por este indicador. El de las cajas desapareció por razones obvias, y desde 2013 solo existe el IRPH-Entidades. 

 

Es complicado averiguar si las entidades empujaron a sus clientes a optar por este índice en vez de llevarles por el camino del Euríbor más diferencial o por los préstamos hipotecarios a tipo fijo que últimamente se han vuelto tan populares. Ahora bien, este indicador tenía una ventaja sobre los anteriores y era su estabilidad. Una estabilidad, una menor volatilidad que se pagaba con un coste más elevado, en principio, que las hipotecas ligadas al euríbor. En general, las relacionadas con tipos fijos eran menos frecuentes y se ofrecían a plazos de tiempo más cortos que muchas veces no satisfacían a los endeudados.

 

Al tratarse de una media quedaba por encima de los préstamos a Euríbor pero a cambio de esa mayor tranquilidad del suscriptor. En cierta forma, se trataba de un camino intermedio entre una hipoteca rabiosa a Euríbor y otra de tipo fijo. Hasta ahí, el índice no es en absoluto ningún engaño si se explicó bien al demandante de crédito. Respondía más a un perfil conservador que no quiere tener tantos sobresaltos en el pago de su cuota mensual. Si el cálculo se hacía de forma honesta y transparente y también se comunicaba así al cliente, no se le podrían poner mayores pegas.

Actualmente, este índice IRPH-Entidades se sitúa en el 1,84% que estaría más o menos en línea, incluso algo por debajo de algunos préstamos hipotecarios a tipo fijo. Eso sí, no tiene nada que hacer si la comparación se lleva con el Euríbor más diferencial ya que actualmente este índice que refleja cómo se prestan a plazo de un año las entidades financieras europeas el dinero entre sí se encuentra en el -0,356% con el último dato conocido de agosto. 

 

Cualquiera podría sentirse agraviado al compararlo con el Euríbor pero es una opción más tranquila que optar por un índice que está sometido a una fluctuación mucho mayor. Ya no recordamos los tiempos como en 2005 cuando el Euríbor estaba al 2,312% y pasó en 2008 al 4,489%. Esa era la volatilidad que permitía reducir el IRPH que también subiría pero de forma más pausada y menos agresiva. Lamentarse con los datos de ahora de lo que nadie sabía, no hace malo per se a este IRPH que hoy se pone a juicio.